Washington, 8 jul (PL) El odio racial es la causa aparente de la muerte de cinco policías en un incidente en el que resultaron heridas otras nueve personas, revelaron hoy fuentes oficiales.
Al respecto, el gobernador de Texas, Gregg Abbott, llamó a los residentes del estado a la unidad. En tiempos de terrible dolor y angustia, los texanos siempre se han volcado uno con el otro en ayuda de los demás. Este tiempo de angustia no debería ser diferente, señaló Abbott en una carta abierta a sus compatriotas.
Mientras la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, llamó a la calma a los estadounidenses ante la muerte esta semana de dos ciudadanos negros a manos de policías blancos y la matanza de agentes ocurrida anoche en Dallas (Texas).
La comparecencia de Lynch ocurrió tras ser divulgado que el principal sospechoso de la matanza, Micah Xavier Johnson, un hombre negro de 25 años, dijera que quería matar a gente blanca, especialmente a agentes de policía blancos.
Johnson también formó parte de la reserva del Ejército estadounidense de marzo de 2009 a abril de 2015, informó la cadena NBC.
En su apelación, la fiscal calificó de «inconmensurable tragedia» el ataque registrado anoche durante una protesta contra la violencia policial que se desarrollaba pacíficamente en el centro de Dallas y que ha dejado cinco agentes muertos y nueve heridos, de los cuales siete son policías.
Asimismo líderes demócratas y republicanos del Congreso llamaron a la unidad y según el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, no hay ninguna causa o contexto en el que se justifique esta violencia, este tipo de terror. Ninguno en absoluto, puntualizó.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, también manifestó su acuerdo para que «los episodios de este tipo no deben profundizar nuestras divisiones, sino que nos deberían unir como país».
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, calificó el acto como repugnante, y manifestó que no hay justificación alguna para perpetuar hechos tan insensatos y malvados.
Mientras tanto, el presidente Barack Obama declaró este viernes cuatro días de duelo y el izado de las banderas a media asta, algo que incluye las sedes diplomáticas, bases militares y los navío estadounidenses en todo el mundo.