Madrid, 10 jul (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, culminó hoy una visita relámpago a España, durante la cual enalteció la cooperación militar con este país ibérico, pieza clave del escudo antimisiles que Washington despliega en Europa.
Obama, quien llegó la víspera a Madrid procedente de Polonia, donde asistió a una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cerró su breve estancia en la base naval estadounidense de Rota, ubicada en la sureña región de Andalucía.
Desde esa instalación militar, que cuenta con más de dos mil 800 efectivos y cuatro destructores norteamericanos -parte del polémico componente naval del escudo antimisiles de la OTAN-, el mandatario destacó la alianza con España en materia de defensa.
«No podríamos pedir un mejor aliado que España», subrayó en una declaración a las tropas estadounidenses y españolas y sus familiares en la citada base, situada en la ciudad de Cádiz y de creciente importancia estratégica para los planes belicistas de Estados Unidos.
En su estancia de menos de un día, el primer presidente norteamericano en visitar España en 15 años dedicó algo más de seis horas a mantener reuniones con el rey Felipe VI y el jefe del Gobierno en funciones Mariano Rajoy, antes de conversar brevemente con los principales líderes de la oposición.
Durante la recepción oficial, el monarca agradeció a su invitado que mantuviera la visita al país ibérico pese a los trágicos sucesos ocurridos en Dallas, Texas, y se mostró «muy feliz» de recibirle en nombre de «todos los españoles».
La muerte el pasado jueves de cinco agentes en Dallas, en una protesta contra la violencia policial hacia la población afroamericana, obligó al gobernante a reducir su estancia en este país a menos de 24 horas, cuando inicialmente estaba prevista hasta mañana.
A su turno, Obama comentó que le hubiera gustado quedarse más tiempo, y agradeció la comprensión de las autoridades locales por tener que acortar su viaje «dada la semana tan difícil que hemos vivido en Estados Unidos», en alusión a lo sucedido en Texas.
Por su parte, Rajoy, líder del conservador Partido Popular, trasladó al gobernante su confianza en que España pueda contar pronto con un ejecutivo estable, después que en las elecciones del 26 de junio ninguna agrupación logró mayoría suficiente para gobernar en solitario.
En una comparecencia conjunta en el gubernamental Palacio de la Moncloa, el jefe de la Casa Blanca expresó su seguridad de que Washington podrá trabajar con cualquier administración que se constituya en España y evitó pronunciarse sobre las negociaciones en curso.
«Aunque nos importa mucho que tengamos un Gobierno español estable y que funcione bien, la naturaleza de la relación, los lazos entre EE.UU. y España, no dependen de qué partido esté en el poder», remarcó.
Ambos mandatarios mostraron una notable sintonía respecto a América Latina, celebraron la normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, y se congratularon por la buena marcha del proceso de paz en Colombia.
El viaje de Obama fue aprovechado por varios centenares de personas que se congregaron hoy frente a la embajada de Washington en Madrid para protestar contra la política belicista de su administración.
Bajo el lema Obama go home, no a la OTAN, no a la guerra, no a las bases, las llamadas Marchas de la Dignidad y la Plataforma contra la Guerra se manifestaron en los alrededores de la legación, ubicada en una céntrica arteria de esta capital.