Washington, 12 jul (PL) La Fiscal General de Estados Unidos, Loretta Lynch, mantuvo hoy su negativa de juzgar a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton pese a duras críticas y presiones de los republicanos en el Congreso.
Luego de un bombardeo de preguntas de los legisladores, la Procuradora se negó a hablar de su decisión de no presentar cargos contra Clinton, días después de que el director del FBI James Comey testificó durante casi cinco horas en un comité de la Cámara de Representantes.
Algunos representantes, entre ellos James Sensenbrenner (R-Wisconsin), insistieron en que Lynch era responsable de aplicar la justicia y no Comey, quien sugirió no presentar cargos penales.
Durante una audiencia del Comité Judicial sobre la supervisión del Departamento de Justicia los republicanos atacaron el papel de Lynch en la decisión de no acusar a Clinton sobre su uso de una configuración de correo electrónico privada mientras se desempeñaba como secretario de Estado.
El presidente del comité, Bob Goodlatte (R-Virginia) puntualizó que la responsabilidad en el caso recae en el Departamento de Justicia y no en el FBI. Un empleado federal del mismo rango que la secretaria Clinton, se enfrentaría a severas penas, reprochó a Lynch.
La jefa del Departamento de Justicia consideró inapropiado dar más detalles sobre una investigación cerrada y defendió que ella se limitó a aceptar la recomendación que le hizo la semana FBI para no presentar cargos contra la ex primera dama.
Los del partido rojo atacaron a la Procuradora General por el encuentro de 30 minutos que protagonizó con el expresidente Bill Clinton en el aeropuerto de Phoenix, en el estado de Arizona, el 27 de junio, en momentos de tensión cuando se esperaba se dieran a conocer las conclusiones de la investigación del FBI.
La comparecencia de la funcionaria no aportó nuevos elementos a los republicanos que insisten en su demanda de que el Departamento de Justicia abra una investigación criminal por perjurio para determinar si Clinton mintió al Congreso.
Mientras tanto, los demócratas lamentaron que hoy en día el asunto del correo electrónico de Clinton tiene prioridad sobre la violencia armada y los derechos civiles, según subrayó John Conyers (D-Michigan), mientras otro de sus colegas, Zoe Lofgren (D-California) dijo que se trata de golpear a la virtual candidata a las elecciones presidenciales por razones políticas.