México, (PL).- La clavadista Paola Espinosa va a su cuarta cita olímpica con la esperanza de volver a subir al podio y darle otra medalla a México
Ella está en la fase final de su entrenamiento para Río de Janeiro y afirma que lo disfruta mucho más porque tiene algo que no muchos pueden disponer:
«Como sea ya soy doble medallista olímpica y es algo que nadie me puede quitar», dice la clavadista de 29 años, quien sostiene que no siente presión.
Espinosa ganó la presea de bronce en Beijing-2008 y la de plata en Londres-2012, siempre en la modalidad de sincronizados en plataforma de 10 metros. No hay que olvidar que fue la medallista dorada en el Mundial de Roma 2009.
«Ya hice lo que quería hacer. Tengo el sueño de conseguir otra medalla para mi país, pero en realidad ya logré muchas cosas por mí, por mi entrenadora, por mi equipo de trabajo y por México», acota en declaraciones al diario La Jornada.
Pero reconoce que la porfía será bien dura, pues -dice- la competencia para Río ha sido más cerrada que en otras ediciones. El entrenamiento me exige el ciento por ciento de mi mente y habilidades, apunta.
«Somos ocho parejas que ya estamos dentro de la final, pues es directa, y en los Juegos Olímpicos cualquiera puede dar una sorpresa», expresa entre salto y salto ante la mirada atenta de su entrenadora china MaJin, que cuida de la limpieza de los ejercicios, tanto en sincronía como individual.
Las competencias de clavado en la ciudad carioca tendrán lugar en el Centro Acuático María Lenk, que ya en la última Copa del Mundo registró atrasos en el programa de competencias y otras dificultades debido a lluvias o vientos.
Por ello el cierre de preparación de los clavadistas mexicanos ocurrirá en un escenario parecido al que enfrentarán en Río de Janeiro, a nivel del mar y en una fosa de clavados al aire libre.
Todos entrenamos siempre en alberca techada, por lo que haremos un campamento en Veracruz, en piscina al aire libre, para regresar el 23 de julio a la capital mexicana, en la antesala de volar hacia la sede olímpica, explica Paola.
El 9 de agosto estará en la final de plataforma sincronizada, al lado de Alejandra Orozco, una dupla plateada hace cuatro años.
«Ya quiero competir, ya quiero saber qué va a pasar, tengo muchas ilusiones y el sueño más grande que tengo es poder competir bien, el poder hacer cada clavado bien, para que así pueda tener una medalla más en cada carrera».
Aseguró que le apasiona mucho lo que hace en la plataforma de 10 metros. «Disfruto desde mi primer clavado, hasta el último, me gusta competir, soy una mujer muy competitiva, entonces eso ha hecho que siga aquí, con la misma hambre, con las mismas ganas que tengo desde mis primeros Juego Olímpicos, de ganar, de salir de la plataforma y de tratar de hacer un clavado perfecto».
La representación azteca de clavados está integrada por nueve deportistas, cinco bajo las órdenes de MaJin y cuatro comandados por Iván Bautista, en Guadalajara. Bautista no moverá a sus pupilos, pues en la capital de Jalisco disponen de una fosa al aire libre.
La disciplina de clavados en Juegos Olímpicos se realizará del 7 al 20 de agosto, con las primeras cuatro sesiones de pruebas sincronizados (final directa de ocho parejas) y a partir del viernes 12 de agosto la disputa de las pruebas individuales.
México ganó tres medallas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en una fosa techada (dos platas y un bronce).
Pero es el clavado el deporte que más aportó al medallero olímpico mexicano con una presea de oro, seis plateadas y seis de bronce.
Paola Espinosa va por su tercera medalla olímpica
Por Orlando Oramas León