Por Víctor Gaspar
Mérida, Yucatán fue la sede de la Octava Audiencia Pública para la Ley de Cultura. Culturas populares y lenguas indígenas fueron los temas de discusión. Mardonio Carballo se refirió al uso de las lenguas en la radio.
“El artículo 230 decía que los concesionarios de las radios deberían hacer uso del idioma nacional. Una cosa terrible si pensamos que ese artículo fue redactado por un grupo de legisladores que básicamente no conocen el país para el cual legislan. Porque la Ley General de Derechos Lingüísticos otorga ya el carácter de lengua nacional a las lenguas indígenas mexicanas. También ominoso es el silencio de las instituciones para las cuales nosotros pagamos nuestros impuestos, y me refiero en específico a la CDI, al INALI, que no dijeron ‘esta boca es mía’”.
Miguel Sabido puso en contexto histórico el quehacer cultural al hacer referencia a la Ley de Indias, la cual describió como «un muro de salitre que hay que derribar». Sabido destacó la importancia de que los municipios respeten y faciliten las tradiciones y rituales de los grupos indígenas.
“La verdadera cultura, la que creamos todos los días los mexicanos es el impalpable cemento que nos une como país. Pero nuestra cultura y no la llamada alta Kultur, alta Kultur con k, centroeuropea, que se nutre de fantasías colonialistas y que cree que las malas copias de performances y de arte abstracto son la verdad absoluta. Nosotros que generamos las abstracciones de la Coatlicue, el Chac Mool y la Serpiente Emplumada. ¿Qué sugiero? Primero, tratar de destruir el muro de salitre que establecieron las Leyes de Indias. Reitero, los indígenas también son mexicanos”.
Además la integración de la lengua indígena y la cultura a la educación fue otra propuesta.
“Junto con la lengua, la cultura popular debe entrar en el proceso educativo de la educación básica. Hemos escolarizado nuestras escuelas. Hemos abordado la educación desde el ámbito cognitivo pero no desde el ámbito creativo. Y esto lo saben los artistas. Hay niños que aprenden mejor matemáticas dibujando o aprendiendo música, y eso lo saben los músicos. Carlos Montemayor, además de poeta y escritor, era músico y él lo decía. Incluso decía que todas las lenguas del mundo tienen su propia música”, concluyó el poeta Natalio Hernández.