La policía a veces inventa más de lo que descubre Napoleón I
A menos de 3 semanas de que un juez calificador de Chetumal, capital de Quintana Roo, fuera aprehendido acusado del delito de violación, elementos de la Policía Municipal de esa demarcación y la también juez Lizbeth Cabrera Pat han encontrado una muy conveniente forma de hacer negocio: detener a menores de edad, amedrentarlos para que reconozcan delitos no cometidos, y obligarlos a pagar multas para liberarlos, todo ello es de pleno conocimiento del presidente municipal; Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien por cierto este martes presentó a la nueva directora de la descompuesta corporación policiaca capitalina.
Desde hace por lo menos dos años, la Policía Municipal de Othón P. Blanco carece de los elementos suficientes para dar cobertura a la demanda de seguridad, situación que fue reconocida por el mismo edil este lunes al presentar a Maritza Valencia Hernández; pero si es crítico tener a menos de 90 policías municipales por turno para un municipio de casi 220 mil habitantes, mucho más lo es que los elementos en activo sean “ladrones con charola.”
En los últimos años, elementos en activo de la corporación municipal han sido detenidos por ser violadores, asaltantes de tiendas de conveniencia, acusados de todo tipo de actos de corrupción, y ahora, en el colmo de la impunidad, aprovechando que jóvenes capitalinos están de vacaciones y acuden a terrenos en la orilla del mar, se introducen para detenerlos arbitrariamente, acusarlos de alguna falta que se les ocurra, y obligarlos a pagar las multas respectivas…faltaba más, si las autoridades municipales no les pagan su sueldo, de algún lado tienen que completarse, dirían en su defensa.
¿Cómo es que Eduardo Espinosa Abuxapqui ha tolerado tal descomposición? ¿cómo se abandona a ese grado a una ciudad que se dice amar? ¿cómo si hace apenas unos meses pretendía ser candidato a gobernador? Y sobre todo ¿cómo ahora, con total desfachatez, declara estar “dispuesto” a integrarse al gabinete de Carlos Joaquín González, si “lo invitan”? Con los deplorables resultados que tiene su segunda administración municipal.
La culpa es del alcalde y de quienes lo elegimos, por ello Luis Torres Llanes, cuando asuma el cargo el 29 de septiembre, tendrá mucho que revisar en la Policía Municipal y esos “intentos” de jueces calificadores. Dignificar Chetumal no sólo es reactivar los servicios públicos –esos que son también inexistentes-, tiene que ver; sobre todo, con el respeto a la dignidad de los que hemos escogido esta tierra para vivir. Cuide a sus hijos estas vacaciones, no se les vaya a atravesar un policía o un juez.
Lo bueno que, en menos de dos meses, los actuales ya se van. Ojalá no volvamos a verlos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra, nos leemos en la próxima.