Ya no es una garantía de trabajo

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Solamente el 25 por ciento cuando mucho de los profesionistas egresados encuentran trabajo en los primeros seis meses en su especialidad y los demás pasan hasta un año o más para dedicarse a otro tipo de actividades, no denigrantes, pero distintas a las que deberían estar haciendo

Tan solo mencionar la situación actual de muchos ingenieros agrónomos, docentes, administradores, sociólogos, psicólogos etc., cuyo oficio o empleo en la actualidad es distinta a lo que estudio y que va desde taqueros y taxistas, que son actividades honestas y aceptables, pero nada tiene que ver con lo que estudiaron.

Es más que evidente que esta situación tiene un costo para la sociedad, individuos y familias que es muy grande, por lo que debe de realizarse un diagnostico nacional y una acción por parte de las autoridades federales ya que resultaría imposible que cualquier Estado de la república pudiera hacerlo ya que ni son sus facultades, ni jurisdicción y ni recursos.

La famosa reforma educativa hecha en la administración federal actual es algo que no está completa ya que la Secretaría Federal de Educación Pública tiene que regir las ofertas educativas a nivel nacional cosa que no lo está haciendo.

La Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, tampoco realiza un plan de trabajo para que los profesionistas salgan con un trabajo, pues solamente abren instituciones superiores como si fueran tiendas de abarrotes y ofertan sin planeación las necesidades que requiere un México moderno y competitivo.

Se tiene una falta de seriedad de todos los diagnósticos de orientación vocacional que evita que los jóvenes tengan una buena carrera y además el estudiantado no tiene la conciencia de la necesidad de abrir su perspectiva, facultades y sus posibilidades de trabajo.

Muchos jóvenes quieren ser físicos teóricos y lamentablemente no van a encontrar trabajo en una región industrial donde el pragmatismo es lo más clásico.

En la práctica resuelve su primera necesidad, que es, tener un ingreso sin importar su profesión, pero a la larga está demostrado que viene la frustración al no conseguir empleo cuando este se reciba de una universidad o instituto tecnológico.

El problema de los profesionistas recién egresados tiene muchas vertientes y actualmente los que tienen más tiempo sin trabajar se busca colocarlos, ya que muchos de ellos tienen carreras que no son muy demandadas en la región.

Solo por mencionarlo, Coahuila es un estado industrial, salvo La Laguna que tiene una mezcla de agrícola ya que se tiene una unidad de la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro” de donde viene gente de todo el mundo.

Sin embargo, tras egresar los jóvenes permanecen en la entidad en lugar de regresar a sus lugares de origen lo que provoca que se engrosen las filas del desempleo, pues además se requiere una orientación vocacional eficiente, eficaz y efectiva.

Otro error que se comente con los futuros profesionistas es que nunca se diagnostica a la persona sus facultades, temperamentos, capacidades y deseos de ser profesionista ya que muchos de los casos se ligan por múltiples circunstancias, menos las adecuadas ya que nunca se ve el futuro o no se hace un plan de la vida.

Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía e Informática (INEGI) del último censo realizado en el año 2010 indican que 16.1% de la población tiene alguna licenciatura.

Las estadísticas señalan que sólo 30 de cada 100 profesionales encuentran empleo durante el primer año después de que terminan sus estudios.

De este 30% que se inserta en el mundo del trabajo, sólo una tercera parte consigue hacerlo en actividades relacionadas con sus estudios.

También indica que la saturación de carreras profesionales influye en el desempleo entre los jóvenes.

Las profesiones que enfrentan este problema son las de Ciencias y Humanidades como Derecho, Contaduría, Arquitectura, Administración y Ciencias de la Comunicación, entre otras.

En cuanto a la situación laboral por estados. El antiguo Distrito Federal, ahora flamante ciudad de México y el Estado de Tlaxcala, tienen el primer y segundo lugar en desempleo, ambos con 5.5% de la población en edad de trabajar sin empleo.

Aguascalientes y Coahuila tienen el tercer y cuarto lugar, con 4.9% y Tamaulipas se ubica en el quinto con 4.5%.

De unos años a la fecha el conseguir empleo se ha complicado para los profesionistas pese a que se han abierto miles de nuevas plazas en los últimos años y por depender de la industria automotriz y exportación esta actividad está en un vaivén.

Se les hace un llamado a los empresarios que si deseen contratar a un profesional volteen a las universidades de su localidad y trabajen juntos en donde cuya demanda de profesionistas sea autentica, es decir, una demanda profesional duradera y no para salir de paso porque esto ocasiona no solo gasto en una planeación universitaria, sino que en corto tiempo ya una vez cubierta las necesidades de la empresa dejaran en desempleo no solamente a una generación sino a varias.

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