Buenos Aires, 30 jul (PL) A un mes de reanudarse la eliminatoria mundialista, la selección de mayores del fútbol argentino está acéfala pues hasta ahora ninguno de los DTs deseados quieren el cargo, y los que se autoproponen no convencen.
Armando Pérez, el titular de la Comisión Normalizadora que nombró la FIFA para poner orden en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), se reunió con 10 entrenadores para escuchar sus proyectos para dirigir al seleccionado. Unos rehusaron y otros hasta se autopostularon.
Y es comprensible para quienes tienen puestos de lujos y con resultados positivos en clubes europeos o en planteles argentinos, considerando que la misión conlleva el peso de dirigir un seleccionado que no gana un campeonato en 34 años -desde la Copa América de 1993.
La situación se complica mucho más cuando la Albiceleste disputó finales en los tres últimos años y las perdió todas, en especial ante un presuntamente menos calificado -en los papeles- Chile y más cuando cayó en calamitosas series de penales.
El «normalizador» Pérez, quien llegó a esa posición gracias a un «empujón» del presidente Mauricio Macri, viaja este sábado a España para reunirse con Lionel Messi para convencerlo de que regrese a la selección luego del golpe anímico que sufrió cuando falló un penal clave en la definición de la última Copa América.
Su segundo gran desafío es contratar a un DT luego que renunciara Gerardo Martino ante la incertidumbre en la formación del equipo Sub-23 a Río 2016. Y esto se le está poniendo cuesta arriba.
En sus dos semanas al frente de la AFA ha conversado con 10 directores, pero sin encontrar el deseado pues en los que la dirigencia futbolística tiene interés, como Diego Simeone, Jorge Sampaoli y Marcelo Bielsa, rehusaron la oferta, al menos en un principio.
Según el servicio informativo MinutoUno Bielsa estimó que «no es el momento oportuno»; Simeone dijo que «con el tiempo eso puede ser una posibilidad», y Sampaoli se excusó porque «sería ahora una irresponsabilidad de mi parte dejar en este momento el Sevilla».
Otro que dirige en el fútbol europeo, Mauricio Pochettino fue claro: «Estoy muy feliz en Tottenham. En este momento no tengo chances de irme», mientras Eduardo Berizzo argumentó que «los tiempos ahora no coinciden y prefiero ser coherente conmigo mismo que dar un salto en el que no creo».
Algunas miradas se posaron en Marcelo Gallardo, aunque no fue consultado directamente por el «normalizador» Pérez, pero el actual técnico de River Plate dijo que de eso nada, que con el «Millonario» está bien.
Si aceptaron la posibilidad de asumir como DT, por ejemplo, Eduardo Bauza quien le manifestó a Pérez «tengo muchas ganas», y Ramón Díaz quien admitió que le «encantaría dirigir a la Selección Argentina; es lo único que me falta».
En igual postura de aceptación están Miguel Ángel Russo quien después del encuentro en la AFA expresó: «La reunión fue muy buena; estoy contento», y Ricardo Laruso Lombardi dijo que «la gente me pide que sea el técnico de la selección».
Y hasta Carlos Bianchi no esconde su deseo y les recuerda a todos: «No estoy retirado».
Fiel a su estilo, Diego Armando Maradona describió el vaivén para seleccionar al técnico como una película de Olmedo y Porcel, dos grandes comediantes argentinos. «No lo puedo creer», dijo el Pibe de Oro.
Así de difícil la tiene el «normalizador» Pérez para contratar al entrenador quien a su vez tendrá la más ardua misión de que la Albiceleste gane, y el próximo campeonato será el Mundial de Rusia.
Selección argentina de fútbol busca nuevo DT
Por Martin Hacthoun