Lima, 31 jul (PL) El Ministerio del Interior de Perú se apresta hoy a iniciar una investigación sumaria sobre la posible existencia de un comando policial dedicado a exterminar presuntos delincuentes mediante ejecuciones extrajudiciales en diversas ciudades.
La pesquisa fue anunciada anoche por el ministro del Interior Carlos Basombrío, quien asumió el cargo el pasado jueves, como integrante del gobierno del nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski.
Aseguró que la indagación se debe a la extrema gravedad, según dijo, de informes de prensa al respecto y estará a cargo de una comisión investigadora que deberá emitir un informe en 10 días.
«El ministerio va a formar una comisión investigadora, que en 10 días dará un informe ante la opinión pública para contribuir en el esclarecimiento de los hechos», manifestó, al señalar que se depurarán responsabilidades «por acción y omisión».
Añadió que los autores de los crímenes no pueden llamarse justicieros, pues se trata de gente que lucra matando delincuentes y destacó la valentía de los policías que denunciaron los hechos.
Según el diario La República, el escuadrón de la muerte habría asesinado a 27 supuestos hampones en Lima y las ciudades norteña de Chiclayo y sureña de Ica, entre 2011 y 2015.
Por esos crímenes, trascendió, son investigados en secreto por la propia policía 16 oficiales y 80 agentes de las direcciones de Inteligencia y contra el Terrorismo, la división de Investigación de Robos y la Sub Unidad de Acciones Tácticas y (SUAT).
De acuerdo con informes de prensa, la pesquisa policial interna se inició hace varios meses y verificó que los acusados infiltraron agentes en bandas de secuestradores para que organicen falsos o reales secuestros que eran en realidad celadas para las ejecuciones.
También señalan que los peritajes balísticos comprobaron que los 27 delincuentes fueron ultimados con disparos de armas largas, de arriba abajo, presumiblemente cuando estaban reducidos y tendidos en el suelo.
En todos los casos los policías reportaban que los hampones se enfrentaron a balazos con la policía y al menos dos oficiales a cargo de las operaciones ilegales fueron ascendidos de grado por sus falsos éxitos en las mismas.