Hasta para poner una lonchería se necesita

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

No se puede negar que Coahuila ha sido señalado por muchas razones negativas comenzando con el endeudamiento que a la fecha a ningún coahuilense se le ha quitado un solo peso de sueldo para pagarlo.

Ahorita nuestra entidad está siendo vigilado por muchos observadores políticos para buscar el mínimo pretexto para poder criticar los logros que se han realizado para el beneficio de los coahuilenses siendo tan notoria la envidia que les corroe hasta el lugar más oscuro que pueden tener en su cuerpo.

Y cómo no va hacer motivo de rabia para aquellos Estados del país, que no lograron crecer y cuyos municipios no lograron bajar los índices de pobreza, mejorando así la calidad de vida para aquellas poblaciones más vulnerables.

Ahora bien, si se habla de inseguridad, siendo francos es un tema que lo sufren los más de 2 mil 500 municipios en la República Mexicana, lo mismo en los 31 estados y lo que antes se le conocía como Distrito Federal, ahora Ciudad de México.

Sería bueno que visitaran algunas de las comunidades coahuilenses donde antes no tenían un tramo de pavimento o carretera para comunicarse entre otros pobladores, un puente que logre cruzar un arroyo para poder llegar más rápido al centro de salud más cercano porque las instituciones de Seguro Social se manejan por cantidad poblacional para construir uno dejando en el abandono a las zonas rurales o conurbadas.

Pero por otro lado, no son criticables aquellos que vienen por parte de la federación como el no querer erogar un gasto federal para la construcción de una clínica chica que tenga lo necesario para poder atender los principales problemas de salud, es decir, hay comunidades en donde la población tienen que viajar a otro municipio por la falta de un Instituto Mexicano del Seguro Social.

Hay que preguntarles a aquellas poblaciones, si fue mucho gasto o hizo mal el Gobierno de Coahuila en mandarles reformar sus escuelas, equiparlas con escritorios dignos, libros, camiones o medios de transporte para que no caminen distancias largas, aun cuando éstas era responsabilidad del gobierno federal.

Fue mucho dinero lo que se gastó y sigue gastándose para aquellas zonas que se dedican y viven todavía del campo, haber gestionado una bomba de agua para la sequía porque la anterior ya no funcionaba bien después de tantos parches de composturas.

Sería justo reclamarles aquellos agricultores que les fueron facilitado maquinaria nueva como tractores, empacadoras y equipo básico para que fueran más competitivo, cuando ni siquiera funciona o está demasiado burocratizado el programa de PROCAMPO, sacándole más partido a dicho proyecto federal el crimen organizado.

Cuestionen a todas aquellas familias donde se mejoró su calidad de vida y salud, con un programa social cien por ciento coahuilense y también con recursos Estatales, como fue el “Piso Firme”, donde ya no tienen como tierra el piso sino ahora uno de cemento, siendo de gran éxito que fue copiado para llevárselo y acreditárselo el gobierno federal panista, pero más no lo hizo extensivo hacia Coahuila.

Muchos cuestionan como una inversión innecesaria la construcción de tantos puentes en todo el Estado, cuando no saben que gracias a ellos ha servido como una infraestructura para el crecimiento de muchos negocios, centros comerciales, restaurantes, tiendas de todo tipo de servicio, la inversión de nuevas franquicias y además facilitando las redes de comunicación para la distribución de transportes comerciales para llegar a sus diferentes destinos del norte.

En lugar de ser cuestionado el gran endeudamiento que se vio obligado Coahuila a someterse, es mejor buscar las causas, porque no olvidemos que uno de los grandes motivos por el cual se impulsó a solicitar créditos, como manera de aplacamiento fue por la sencilla razón que los recursos federales nunca llegan a tiempo o simplemente desaparecen y en lugar de que Coahuila se quedara cruzando de brazo se puso las pilas y buscarle una solución al problema y en la actualidad se sigue reestructurando el pago del endeudamiento y no se ha dejado de hacer obras.

Todo mundo sabe que para poder crecer, es necesario tener dinero, hasta para poner una lonchería, tortería y hasta para vender hamburguesas o tacos se requiere dinero para hacerlo.

Si no se tiene que recurrir a un prestamos ya sea bancario o cualquier instituto financiero porque de lo contrario sería muy cómodo rendir un informe sin deudas, pero con poco crecimiento y desarrollo. Y la única manera de hacer posible de dar éstos pasos agigantados, pero necesarios, es por medio del endeudamiento público, pero bien aplicado.

También no olvidemos que están pendientes recursos federales y entre más tarde el gobierno federal en hacerlos llegar, pues ahí seguirá el déficit causado una gran parte por el gobierno federal.

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