La propuesta de regular una tenencia de animales “potencialmente peligrosos”, en la entidad ha cobrado vida después del más reciente ataque de un pitbull a una menor de edad en la capital de Coahuila.
Es una lástima que a costa de accidentes existan diputados o partidos políticos que aprovechan el momento para usar los reflectores de los medios para dizque sacar adelante iniciativas que en apariencia están congeladas para su aprobación como la mencionada anterior en donde se pretende la reforma a la Ley de Protección y Trato Digno a los Animales de Coahuila.
Quienes hacen iniciativas para justificar su trabajo son gente que tratan de inventar el hilo negro, ya que si por algo todavía no ha sido aprobada dicha iniciativa será por la simple razón que su propuesta ya existe en el reglamento municipal en su apartado de derechos y obligaciones a cargo de los propietarios o poseedores de animales domésticos dice: “..al salir del domicilio deberán portar collar o pechera y correa. Para su movilización y transporte deberán hacerlo en jaulas correspondientes, en caso de ser agresivos en ambas situaciones llevar el bozal adecuado”.
Esos funcionarios que solo trabajan detrás de un escritorio o les pagan a asesores para que hagan iniciativas que para el caso es lo mismo porque solo hacen lo que se les ordena y no pueden meter en razón a los funcionarios públicos de que esas iniciativas ya existen en reglamentos, normativas o regulaciones tanto estatales como municipales.
El problema no es hacer más leyes sino hacer que se cumplan y también muchas de éstas quedan en el aire, es decir, incompletas por ejemplo la que se pretende hacer sobre el bozal de animales “potencialmente peligrosos”, que deberán de registrarse ante la Secretaría de Salud.
En primero lo del bozal ya está regulado por un reglamento, la segunda quién va a determinar o definir los animales “potencialmente peligrosos”, es decir, bajo ¿qué criterios?, ¿se va crear un nuevo departamento para esto?, ¿existe una logística?, ¿hay presupuesto para llevarlo a cabo?, éstas son solo una de las muchas interrogantes o vacíos que existe no solamente en iniciativas sino ya en leyes existentes que durante décadas no se han corregido a las necesidades actuales o dependiendo de cada entidad.
El Reglamento de Control y Bienestar Animal del Municipio viene muy amplio cubriendo tanto las obligaciones y derechos no solo para los dueños de animales domésticos sino también las funciones como Departamento municipal al igual que el resto del país.
Su problema al igual que en todos los municipios es que no existe un presupuesto suficiente para cubrir la demanda de cada población. Hay veces que solo se cuenta con un equipo de un solo vehículo, sin espacio e infraestructura para la recolecta de aquellos animales que anden sueltos y para llevar acabo su sacrificio como lo marca el reglamento.
Pero es aún mayor el problema la falta de conciencia y culturización de los ciudadanos sobre la responsabilidad de tener un animal doméstico y más para los actuales dueños de uno de ellos.
Hace falta más campañas de concientización sobre las obligaciones que implican el tener cualquier animal en los hogares, y hacer cumplir las leyes y reglamentos existentes.
Cuando realmente se quieren hacer las cosas y se ponen de acuerdo tanto el gobierno municipal y estatal existen resultados e indicadores muy trascendentales.
Nada más por mencionar sobre el mismo tema, usted sabía que desde 1994 se tuvo el último caso de rabia en humano en Coahuila a sus veinte dos décadas de campañas de prevención por parte de las diferentes autoridades estatales y municipales se ha manejado la vacunación intensiva de perros y gatos que son los principales contactos que en determinado momento pudiera darse el problema de la rabia sino estuvieran protegidos.
De acuerdo a las autoridades la rabia dejó de manifestarse en este tipo de animales desde 1992 que fueron los dos últimos casos que se tuvieron y debido a la actividad que la dependencia ha estado incrementando año con año manejando mayor números de aplicaciones de vacunas, control de los perros callejeros, seguimiento de aquellos casos de personas agredidas y a las mascotas hasta comprobar que el perro que mordió no estaba enfermo y la prevención hacia el afectado cuando se localiza al animal responsable. Se dice fácil pero no lo es, esto es el resultado años de trabajo.