Washington, 13 ago (PL) La declaración de impuestos pagados por la fórmula presidencial de los demócratas para las elecciones de 2016 la víspera aumenta hoy las presiones para que el republicano Donald Trump de a conocer su factura.
Sin embargo, en vez de unirse a sus rivales y dar a conocer cuanto pagó en impuestos al fisco, como es tradición, voceros de su campaña señalan este sábado que es una distracción de los demócratas la declaración de impuestos de 2015 para atenuar la controversia en torno al servidor de correo electrónico privado de Hillary Clinton.
Según medios de prensa el paso dado por la demócrata y su compañero de Fórmula Tim Kaine eleva la presión sobre el magnate neoyorquino para que libere sus propias declaraciones.
Jason Miller, un portavoz de la campaña del candidato de los rojos, sin embargo, estimó que el paso de los demócratas «no es más que un intento de distracción y mala dirección».
La respuesta de la campaña de Trump se produce después que sus rivales lo acusaron de esconderse detrás de excusas falsas y dar marcha atrás en sus promesas anteriores para liberar sus declaraciones de impuestos.
Algunas fuentes estiman que la negativa del llamado showman republicano para divulgar sus pagos al fisco responde a que tiene algo que ocultar.
Trump plantea que no liberará sus números porque está bajo una auditoría del IRS (servicios de impuestos), sin embargo, esa agencia emitió un comunicado a principios de este año, aclarando que eso no lo exime ni le impide dar a conocer sus declaraciones.
En un discurso en Detroit el lunes, el político presentó una enorme reducción de impuestos como la pieza central de su programa económico, lo que según él, ayudará al crecimiento económico y la creación de empleos.
Un comentario que publicó el diario The New York, señala es un dogma que la reducción de impuestos favorezca un auge económico como plantean los republicanos.
Cada candidato presidencial republicano desde la década de 1980 prometió grandes reducciones impositivas y otra oleada económica.
Los aumentos de gravámenes, según creen los republicanos, son el beso de la muerte para la economía.
Mientras tanto, la cifra de cuanto abona al fisco el candidato republicano a la presidencia es un misterio que estimula comentarios de los medios de que es posible el magnate inmobiliario no pague sus cuaotas pese a que su patrimonio se estima es cerca de 10 mil millones de dólares.
Las últimas declaraciones de Trump al IRS son de los años 70 y según el Times, en 1978 y 1979 no pagó impuesto alguno a nivel federal y en los años anteriores su contribución fue escasa.
Aumenta la presión sobre Trump para que presente su declaración de impuestos
