Quito, 14 ago (PL) «Fidel Castro y la revolución cubana partieron en dos la historia de América Latina», afirmó hoy en esta capital el director de la Academia Nacional de Historia de Ecuador, Jorge Núñez.
«Los hombres de izquierda, materialistas, no creemos en hombres providenciales, pero ¿cómo entender la acción y peso específico de su presencia en los actos fundamentales de la historia de América Latina en el siglo XX?, preguntó y seguidamente respondió: es que él resuelve problemas científicos y lleva su palabra a acciones, de manera consciente.
«Fidel ha cumplido un papel trascendental en la historia republicana de América Latina, dividida en dos por su acción revolucionaria. Y la segunda parte ha estado marcada por la presencia de esa nueva Cuba, digna y combativa, que surgió con la Revolución cubana y de la mano de Fidel Castro», manifestó en entrevista con Prensa Latina.
A su juicio, el líder histórico de la Revolución cubana es un nuevo héroe del continente, de la misma talla de Simón Bolívar (Venezuela), José de San Martín (Argentina), Bernardo O’Higgins (Chile) y José Gervasio Artigas (Uruguay).
«Conocí al comandante Fidel Castro por las noticias de Radio Habana y de la prensa cuando estaba en tránsito de la niñez a la adolescencia, y lo valoré desde el comienzo como un nuevo héroe de nuestra historia latinoamericana», recordó el historiador.
«Luego lo conocí y traté en persona en ocasión del Cuarto Encuentro de Historiadores Latinoamericanos y Caribeños, celebrado en Cuba, en homenaje al 30 aniversario del asalto al cuartel Moncada», precisó.
Núñez conoce bien toda la trayectoria revolucionaria del líder cubano, sus antecedentes y valora altamente la obra de toda la vida del hombre a quien considera ejemplo de coherencia política y amor por el pueblo.
Considera que su figura merece un congreso para analizar el papel de Fidel Castro en la historia y cuánto pesa su quehacer en nuestra América.
«Además de líder y conductor de la revolución cubana, tiene otras virtudes. Una de ellas es ser el gran actor de la comedia urbana y actuar frente al tribunal supremo de la historia», dijo.
Para Núñez, el «comandante» creó un nuevo tipo de discurso, equivalente a una cátedra de Ciencia Política, debido a la carga de conceptos, de ideas que ofrecía en cada intervención.
En ese sentido recordó su participación en la Asamblea General de la ONU en 1960, la cual comenzó cerca de las cuatro de la tarde, concluyó pasadas las ocho de la noche, con una prolongada ovación, y fue interrumpido en numerosas ocasiones por aplausos de los delegados.
En esa ocasión,el 26 de septiembre de 1960, se realizó el vigésimo quinto período de sesiones de la ONU. Entonces era el primer ministro del archipiélago y dejó bien claro la legítima determinación del pueblo cubano, de ser libre y soberano.
Por otra parte, el historiador señaló que su sola presencia marcaba un compromiso político de los países que visitaba, pues para unos llegaba el ángel de la libertad, mientras otros lo consideraban un diablo.
«Fidel deja a nuestros pueblos un legado de dignidad y orgullo nacional, una ruta de solidaridad latinoamericana y de fraternidad con todos los pueblos del mundo, especialmente con los más débiles y necesitados de ayuda», sentenció.
A una petición de Prensa Latina de definir la vida del líder cubano en una frase corta afirmó: «Fidel ha traducido a la práctica la consigna martiana de que «Patria es Humanidad».
Fidel y Cuba partieron en dos la historia de América Latina
Por Sinay Cespedes Moreno