Un verdadero reto que esperan las autoridades estatales para este nuevo ciclo escolar de educación básico para poder combatirlo ahora se ha convertido no solo para Coahuila, sino para el resto del país un problema de salud dentro de las agendas políticas.
Muy independiente de ser motivo de bullying, el tener unos kilitos de más no solo se limita al aspecto físico, sino que va acompañado de enfermedades que tarde o temprano afectan a cualquiera que la presente.
Quizá el problema se ha enfocado más en los jóvenes y adultos, pero ahora son los niños obesos quienes enfrentan en la actualidad ciertas enfermedades que avanzan a tal grado que es equiparable a las de un adulto.
Es por esta misma razón que la preocupación de las autoridades del Estado de Coahuila a través de las Secretarías de Salud, Educación en Coahuila y el DIF Estatal, están preparando una campaña conjunta en la medición de peso y talla, es decir, más allá de lo que anteriormente se pensaba para determinar la obesidad o carente de peso que con la simple báscula se verá lo más importante sobre este tema que preocupa a la sociedad, que es la estructura corporal.
Aquellos estudiantes de educación básica a quienes se diagnostique caso obesidad en su estructura corporal se aplicara el programa “Mídete, Nútrete y Actívate”, consistiendo básicamente en la orientación de la manera correcta de alimentarse y la realización de actividades físicas.
Esta pelea constante no es una de aquellas que se gana fácilmente ya que por sí sola no puede tener éxito, sino se requiere de la cooperación de distintas instancias, pero sobre todo la participación de toda la sociedad comenzando dentro de los hogares en donde si bien no se van a someter a una dieta rigurosa al menos sí tener identificado aquellos productos denominados chatarras, refrescos, harinas, etc.
No es una responsabilidad de las autoridades para cuidar la obesidad infantil sino que las mismas familias, la misma sociedad ha dejado crecer este problema a tal grado que ahora está siendo un problema social visto reflejado en los diferentes centros de salud.
Por otro lado, si Coahuila quiere salir adelante con este problema social, se les hace un llamada al resto de las autoridades a integrarse a un proyecto que se trata sobre la salud de todos los niños y niñas de la entidad porque evidentemente las instituciones gubernamentales del Estado tienen sus limitaciones en cuanto a sus funciones y hasta jurídicamente hablando, ya que si bien es cierto que la Secretaría de Educación Pública ha cuidado que dentro de las escuelas no se venda la comida chatarra, así como refrescos, y han cambiando ciertos productos por porciones más chicas, por otro lado, también es cierto que en las afueras de todas esas escuelas a escasos unos cuantos metros existen vendedores ambulantes realizando la venta de los productos prohibidos (chatarra), gorditas y burritos de harina que solo se ve a simple vista la venta entre rejas a la hora de recreo y en la salida de los diferentes turnos matutino y vespertino.
Es aquí en donde las autoridades locales, es decir, las 38 Presidencias Municipales de Coahuila deben de participar para retirar a esos vendedores ambulantes de comida, fuera de las calles, pero no lo hacen aun teniendo los argumentos legales existentes no solo en normativas, sino en reglamentos dentro de las mismas presidencias municipales.
También las escuelas deben de participar en ello, ya que para muchos lectores les resultará sorpresivo que todos estos vendedores ambulantes tienen permisos de las mismas instituciones escolares, por la sencilla razón que pertenecen a la famosa “sociedad de padres de familias”. Sí aquellas que cobran una cuota indebida dentro de las escuelas para las dizque mejoras de las misma que cada año hacen y que pasan los meses hasta terminar el ciclo escolar y la única “mejora” es la pintura de la fachada, pero aquel salón carente de ventana alguna sigue igual en donde solamente pasan generaciones y generaciones bajo el mismo problema, al igual que muchos otros más como la carencia de agua en los baños, etc.
Otro reto más que tendrán que vencer las autoridades locales, será la del gobierno federal a través de Instituto Mexicano del Seguro Social en donde todavía están viendo la tempestad y no se hincan con la autorización y construcción de las tiendas de conveniencia OXXO, dentro de las instalaciones de las clínicas pertenecientes al IMSS.
Una mofa a la incongruencia cuando por un lado se está combatiendo la obesidad en México y que dichas campañas publicitarias iniciadas principalmente por el gobierno federal para combatir éste problema social de la obesidad en el país, ahora va meter dentro de las clínicas la venta de toda la comida chatarra, y todo aquel producto de ingesta que provoca la mala alimentación y obesidad, o ¿dígame usted lector, qué tipo de productos compra cuando va al OXXO?.