En más de una ocasión hemos hablado en este espacio de lo difícil que es aún para las mujeres poder participar en la vida política de nuestro país.
Y recientemente hemos empezado a testificar cómo la violencia política que se ejerce contra ellas en ocasiones llega a extremos verdaderamente inaceptables para cualquier nación que se llame medianamente democrática.
Es inaceptable y violatoria de todas las leyes que nos rigen, que una mujer electa por la ciudadanía sea impedida a ejercer su mandato, por una turba machista prepotente que, usando la violencia, pretende pasar por la voluntad ciudadana.
Me refiero al caso de la alcaldesa del municipio de Chenalhó, en Chiapas, Rosa Pérez Pérez, quien ganó con una mayoría incuestionable su cargo, y que se salvó de ser quemada viva por esta turba machista.
Los machos-misóginos de su comunidad decidieron que podrían pasar por encima de todo e imponer a quien ellos quisieran, que era otro macho como ellos.
Pero las cosas no son así de fáciles. Las mujeres políticas de Chiapas, integradas en la Red Chiapas por la Paridad Efectiva (Repare), tras enterarse de estas barbaridades violentas e ilegales, cobijaron y protegieron a la alcaldesa electa y, junto a ella, iniciaron con las autoridades electorales un proceso para que la voluntad de la ciudadanía de Chenalhó y el derecho de la presidenta municipal fueran respetados.
Tres meses costó restituirle los derechos políticos a Rosa Pérez Pérez, para poder gobernar su municipio Chenalhó que la había elegido. La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación consideró inaceptable la violencia política ejercida contra esta presidenta municipal y, el pasado 18 de agosto, votó a su favor para que ocupara el lugar que la ciudadanía decidió otorgarle al votar por ella.
GARANTÍAS
Sin duda, la turba de machos que la violentaron siguen ahí, en su municipio, por ello el Tribunal Electoral pidió al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, que garantice las condiciones de seguridad para que ejerzan sus funciones en tranquilidad la presidenta municipal y el cabildo.
Y para que no se le olvide al gobernador chiapaneco el pedido del tribunal, la Repare llamó al gobierno, este fin de semana, a actuar para poner en práctica las medidas necesarias que garanticen la vida e integridad de la presidenta municipal y su cabildo.
El ser mujer no puede ser, en ningún caso, el argumento para impedir que las mujeres gocen plenamente sus derechos políticos y cualquier otro derecho.
El camino de la paridad esta llenó de obstáculos machistas y misóginos que buscan impedir que la ciudadanía y la democracia paritaria avancen, como lo impidieron en el siglo XIX.
La diferencia hoy no son sólo dos siglos transitados en la historia, sino una mayor organización femenina y conciencia social del derecho de las mujeres a participar en todos los aspectos de la vida política, económica, social, cultural, deportiva, etcétera.
Jamás puede ser aceptado, por ningún motivo, el argumento de que por ser mujer se le impida ocupar un cargo. Esperamos que, como en el caso de Chenalhó, los derechos políticos de las mujeres se salvaguarden y en la próxima elección de personas para ocupar un cargo de magistrada en la Sala Superior del Tribunal Electoral la presencia de las mujeres se incremente al menos en cuatro cargos, de los siete que se elegirán próximamente.
No hay democracia posible y duradera si las mujeres no cuentan con todas las garantías para ejercer sus derechos.
Fuente: Cimacnoticias