El Instituto Nacional Electoral (INE) está listo para enfrentar de manera exitosa los desafíos que representan los comicios locales de 2017 y, particularmente, los federales de 2018, informó el consejero presidente, Lorenzo Córdova.
Al entregar reconocimientos a trabajadores con más 25 años de servicio en el organismo, antes Instituto Federal Electoral (IFE), dijo que aun con todos sus problemas, México es un país mucho mejor que hace dos décadas, con mucho más libertades y el reto es evitar que las contiendas dejen de ser un problema más para el país.
“El 2018 se presenta como el desafío más grande de la historia de esta institución, pero esta institución tiene una misión, ustedes tienen una misión básica, esencial y que es la que debe ser entendida como la base de la mística institucional, que es algo tan elemental como: que las elecciones no vuelvan a ser nunca más un problema para este país”, externó.
De tal suerte que “este instituto está listo para enfrentar los desafíos que vienen y que van hacer mayúsculos”, añadió en el auditorio del instituto en el que se reunieron trabajadores, así como funcionarios y consejeros electorales.
Córdova Vianello expresó que si bien las elecciones no le van a resolver los problemas a la nación, sí le evitarán problemas mayores.
Y frente a las “catastrofismos” de quienes se dejan llevar por las difíciles circunstancias que atraviesa el país, insistió que México es una nación mucho mejor de lo que era hace tres décadas.
“El país es mucho mejor porque es un país donde con todos los problemas, tenemos muchas más libertades y ésta es una institución que ha sido fundamental”, resaltó luego de reconocer que aun falta mucho por hacer.
El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral también llamó a los trabajadores a mantener su mística de servicio y evitar ver su trabajo como una mera “chamba”.
“(El INE) corre el riesgo de convertirnos o de asumir que nuestro trabajo, nuestra entrega a esta institución está dejando o puede dejar de ser eso: una causa, una entrega, y puede ser vista como una mera chamba”, expresó.
Pero “el día que eso nos pase, la capacidad de esta institución para enfrentar con éxito los desafíos que tenemos en el futuro se va a agotar y esa, creo, es la preocupación fundamental, mi preocupación de cara a los tiempos que vienen”.
Destacó que la institución que preside es clave para la vida política y social del país, detrás de la cual hay casi un cuarto de siglo con miles de historias y de sacrificios personales; “son esfuerzos personales que se han entregado a una causa que es la causa de la democratización de México”.
Lorenzo Córdova recordó a la planta laboral que a lo largo de la existencia del IFE-INE y del paso de gobiernos, partidos, elecciones federales, locales, de partidos, “ustedes siguen”.
El consejero electoral Marco Antonio Baños comentó, a su vez, que el INE es la “piedra angular” del sistema electoral mexicano, “ha sido una institución que ha logrado ocho procesos electorales federales, organizado elecciones locales y de partidos”.
Dijo que “hoy como ayer se avecinan tiempos difíciles, nubarrones de tormenta se ciernen sobre nuestro entorno internacional. Se acerca un año con disminución de presupuestos. Se aproxima una nueva prueba de fuego: las elecciones concurrentes (en 2018) más grandes de nuestra historia”.
El año 2017 está a la vuelta y será un periodo de nuevo entrenamiento para la gran prueba de 2018, cuando el INE organizará no solo la elección federal, sino el mayor número de comicios concurrentes en la historia del país, expuso.
El también presidente de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos llamó a los trabajadores sentirse orgullosos de ser parte de esta organización.
Se trata de 26 años que “dan cuenta de las luchas por la imparcialidad, por la legalidad, por el profesionalismo, por la objetividad y por la certeza, cuyas muestras evidentes son la edificación de 1991 desde base cero, la tinta indeleble, la doble insaculación y las boletas electorales en 1994”.
Baños Martínez refirió también la lucha por la autonomía en 1996 y de su concreción en 1997, de la conducción institucional de la alternancia política en 2000, de los “topes en la pared” por la baja participación ciudadana en 2003 o de la impresionante lucha por el poder en 2006.
El Instituto Nacional Electoral, abundó el consejero Baños, también ha sido testigo de su renovación desde 2008 y “la vuelta de 180 grados en 2013 para el nuevo modelo electoral”.