“Caminito de la escuela, apurándose a llegar, con sus libros bajo el brazo, va todo el reino animal.”, quién no acordarse de ésta famosa canción del compositor, cantante y actor, Francisco Gabilondo Soler, también conocido como “Cri-Crí el Grillito Cantor”.
Bonita la canción y alegre en donde hace suponer cada vez es escuchado que todo saldrá bien en la escuela, en donde la diversión y el aprender son parte de la vida, pero también por medio de metáforas entre animalitos divertidos plantea situaciones graciosas desde berrinches hasta posturas de los niños y niñas para irse a la escuela.
Todo hace suponer que nuestros hijos estarán a salvo durante el trayecto a la escuela y dentro de la misma, más, no obstante, no se sabe el por qué en la actualidad los estudiantes desde educación básica, media y profesional cada vez están más expuestos a los accidentes.
En el país sin importar si se trata de escuelas públicas o privadas están obligados a la contratación de seguros de gastos médicos para proteger a los estudiantes durante al trayecto a la institución educativa sin desvió en su camino, así como el regreso a sus casas, y dentro de las instalaciones de las escuelas.
Y a decir verdad es que la mayoría de las veces es que pensamos o la percepción de muchos mexicanos acudimos a ciertos lugares pensando que son seguros, más, no obstante, los accidentes llegan cuando menos lo esperamos y por eso se llaman así: accidentes.
Es por esa misma razón que las autoridades han hecho como obligatoriedad en las escuelas la contratación de seguros de gastos médicos. Una ley que benefició a muchas aseguradoras para vender un servicio en donde evidentemente el costo de un seguro colectivo siempre será mucho más económico que el contratado por un individual.
Hasta el momento se podría decir, que la mayoría de las instituciones educativas han cumplido con esta disposición, en donde obviamente existen sus variables como pudiera ser los topes de la suma asegurada; por mencionar un ejemplo hay escuelas en donde el alumno no debe de rebasar un gasto médico por accidente no mayor de 10 mil pesos.
En otros casos existen institutos en donde dividen la población estudiantil dándoles mayor cobertura a aquellos alumnos que practican algún deporte, sobre todo en aquellas que cuentan con un equipo participando no solo a nivel local sino nacional, como pudiera ser futbol americano, caso del Tecnológico de Monterrey, en donde sería absurdo un seguro de gastos médicos topado por 10 mil pesos, puesto que están más expuestos a lesiones de mayor gravedad, así como la necesidad de la rehabilitación.
Cada escuela marca sus propias condiciones, sin embargo, todas cumplen. Pero el problema no es la contratación de los servicios de gastos médicos o la compañía de seguro, sino las mismas instituciones educativas son las que tienen que tener mucho más cuidado en la selección al hospital con la que se hiso o se hace el convenio ya que cada vez es más frecuente que quienes están haciendo su agosto llenándose las arcas de estas instituciones de salud de particulares incumpliendo con lo contratado.
Para un ejemplo de ello se encuentra en la cabecera municipal de saltillo el Centro Hospitalario La Concepción, cuyo establecimiento había gozado de buena fama por la sencilla razón de que durante años era el único hospital fundado por saltillenses sin haber tenido ninguna otra competencia local, hasta que llegó el corporativo Christus Muguerza con equipo realmente nuevo y a la vanguardia con tecnología a diferencia de la primera quien la mayor parte de su equipamiento, así como de mobiliario fue adquirido como seminuevo en negocios de la ciudad de Houston, Texas, o al menos esa es la versión no oficial de uno de sus proveedores egresado de medicina en la ciudad de Torreón.
Pero esa historia siempre será un misterio porque nadie puede comprobar lo dicho entre los mismos saltillenses quedando todo como un simple rumor o leyenda urbana, sin embargo, lo que no se puede negar es que todo aquellos que llegan a urgencia viniendo directo por la aseguradora de una escuela, son atendidos de inmediato, pero el problema no es ahí sino el calvario inicia desde el momento que a los familiares les hacen firmar un pagaré que resguardarán durante 90 días, para “dizque” garantía en el caso de que la compañía de seguro no pague aun cuando ya los gastos tienen número de siniestro y autorizando al hospital el reconcomiendo de la póliza y gastos generados.
El otro calvario es la primera cita con el médico de convenio de la aseguradora para hacer la valoración del paciente el cual de acuerdo a la institución educativa el compromiso es que no deben de pagar los familiares porque está dentro del mismo incidente y no es hasta después de la segunda o más citas, según el caso que los papás del alumno deberán pagar para posteriormente la escuela les reembolsará el dinero.
Al menos éste es el caso que la Universidad Autónoma del Noreste Campus Saltillo, ha tenido como problema en donde de acuerdo servicios escolares tienen que estar orientando a los papás de sus alumnos que no deben de pagar la primera consulta de un accidente porque no es lo convenido en el contrato convenido, sin embargo, tanto el personal de admisión del Hospital La Concepción, así como sus médicos que ejercen su profesión dentro de las instalaciones del mismo hospital no respetan el contrato establecido y cobran la primera consulta para asegurarse primero su cobro de honorarios dejando todo un viacrucis a los padres de familia para buscar el reembolso cuando por una parte el servicio plus que ofrece esta casa de estudios es facilitar y agilizar la incorporación inmediata del estudiante para no perder clases y tenga atraso.
El problema no son las compañías aseguradoras, o las instituciones educativas sino hospitales locales que todavía están acostumbrados a la antigua al querer abusar de los convenios y de los saltillenses. Es por eso que la competencia siempre es sana por todos lados y de continuar así el abuso de hospitales la mesa directiva pudiera tomar la decisión de buscar otras opciones de hospitales con personal más capacitado, humildad, competente, pero sobre todo con calidad humana.
Cualquier parecido con la realidad en otros hospitales de la entidad no es coincidencia, simplemente es una realidad, pero se sugiere que se acerquen a las instituciones educativas para que tengan mayor orientación y que defiendan a los padres por un servicio que no es gratuito para las escuelas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013)
Son unos abusones
Por Guillermo Robles Ramírez