Trump vs Clinton: más de lo mismo en el tercer debate

Por Miguel Fernández Martínez

La Habana, 20 oct (PL) El tercer debate presidencial efectuado en la Universidad de Las Vegas tampoco cubrió las expectativas de los electores, y dejó enormes dudas después que Donald Trump asumiera su negativa de aceptar el resultado de las votaciones.
Su lacónica respuesta «lo evaluaré en su momento», dejó entrever que el multimillonario neoyorquino seguirá blandiendo sus nuevas armas para desacreditar -aún más- al sistema electoral norteamericano, y a su vez, guardar bajo la manga una carta que podría ser empleada en caso de resultar derrotado el próximo 8 de noviembre.
Fuera de esa afirmación, que hoy acapara titulares en infinidad de medios de prensa en todo el mundo, el debate entre Hillary Clinton y Donald Trump, los dos principales aspirantes a la Casa Blanca, pasó sin penas ni glorias, y reafirmó que más allá de ofensas, ataques personales y otras frivolidades, poco aportó a los electores que todavía no deciden hacia quién inclinar su voto.
En la noche de este miércoles, la discusión inició abordando temas vinculados al uso de las armas, el aborto y el Tribunal Supremo de Justicia.
En su turno al micrófono, la candidata demócrata abogó por un Tribunal Supremo que trabaje y respete los derechos de la mujer y de la comunidad homosexual conocida como LGBT.
También llamó a seguir adelante en el tema de los matrimonios «igualitarios» e insistió en que las actuaciones del principal tribunal estadounidense deben estar dirigidas a actuar a nombre de los derechos de todos los ciudadanos.
Hillary Clinton reclamó una vez más que el Congreso de Estados Unidos apruebe la propuesta del presidente Barack Obama de nombrar al juez Merrick Garland nuevo miembro del máximo cuerpo jurídico del país.
Por su parte, el candidato republicano Donal Trump volvió a defender la vigencia de la segunda enmienda de la Constitución de Estados Unidos, sobre el derecho a la posesión de armas, y puso como ejemplo que en Chicago, donde se aplican severas leyes contra su portación, existe mucha violencia.
A su vez, Trump reconoció sentirse orgulloso de tener el aval de la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
En ese tema, la exprimera dama refutó las alegaciones de su rival republicano y enfatizó que habrá que pedir antecedentes completos y tomar reformas, para lograr una diferencia sin que las regulaciones que ella defiende, estén en conflicto con la segunda enmienda.
El moderador Chris Wallace inclinó la discusión hacia el tema del aborto y el respeto a las mujeres, momento que aprovechó Trump para prometer que, en caso de ganar las elecciones, «nombraría magistrados que estén contra el aborto y que la decisión quede en cada estado».
Clinton ripostó los planteamientos de Trump, asegurando que está a favor de que las mujeres tengan el derecho de elegir y criticó a su oponente por decir que apoya programas de planificación familiar, pero que las mujeres que tengan abortos «deben ser castigadas».
Otro de los temas abordados fue el de la inmigración, en particular sobre los indocumentados, que según cifras oficiales, superan los 12 millones en Estados Unidos.
Donald Trump prometió que su primera medida presidencial sería «sacar a las personas malas» de Estados Unidos, refiriéndose a los indocumentados, e insistió en que el país necesita fronteras más fuertes.
El magnate inmobiliario acusó a su oponente demócrata de defender la tesis de «fronteras abiertas», pero aseguró que cuenta con el apoyo de los agentes de las patrullas fronterizas y que trabajará para frenar el tráfico de drogas que, en su opinión, se genera desde el sur.
En su turno en el debate, la aspirante presidencial demócrata le recordó a Trump que él había empleado a trabajadores extranjeros indocumentados en la construcción de sus grandes edificios, y replicó la acusación del magnate, diciendo que según sus programas, «no vamos a tener fronteras abiertas, y sí vamos a tener fronteras seguras».
El moderador Cheris Wallace intervino, recordándole a la exsecretaria de Estado que, según Wikileaks, ella había afirmado que «mi sueño es un mercado común con fronteras abiertas», y la exprimera dama aclaró que ella «hablaba sobre la energía, «quiero que tengamos una fuente eléctrica que vaya a través de la frontera».
Sobre el tema de las recientes revelaciones de Wikileaks, ambos contendientes se mezclaron en un careo, y donde Hillary Clinton aprovechó para atacar al gobierno de Rusia, y de un supuesto favoritismo hacia la candidatura de Trump.
El aspirante del partido rojo respondió a Clinton que él ni conocía al presidente ruso, Vladimir Putin, ni sabía de ese apoyo, pero de lo que estaba seguro era que si Rusia y Estados Unidos tuvieran mejores relaciones, enfrentarían con más efectividad al terrorismo del grupo Daesh.
Aprovechó también para atacar a su rival, diciendo que Clinton «quiere fronteras abiertas. Las personas van a entrar a chorros dentro de nuestro país y van a venir desde Siria sin que tengamos idea de quienes son», refiriéndose de nuevo a los inmigrantes y refugiados.
Trump aprovechó para lanzar una grave acusación contra la candidata demócrata, a quien responsabilizó con la creación del grupo terrorista Estado Islámico.
El aspirante republicano aseguró que Hillary Clinton, en su etapa de Secretaria de Estado en la administración de Barack Obama, ordenó la salida de las tropas estadounidenses de la ciudad iraquí de Mosul, lo que permitió que el Estado Islámico (Daesh por sus siglas en árabe) volviera a tomar la ciudad.
Al ser cuestionado por el moderador Chris Wallace, el magnate neoyorquino reafirmó su premonición que la ciudad Siria de Alepo será liberada por el ejército de esa nación árabe.
«(Bashar) Al-Assad es más inteligente que ella (Clinton) y que Obama, todos pensaron que iba a desaparecer hace dos años, pero él se alió con Rusia», subrayó Trump.
Refiriéndose a la situación de Siria y el papel jugado por Hillary Clinton, el magnate inmobiliario agregó que «si ella no hiciese nada sería mejor. No tendríamos esta gran inmigración».
Por su parte, Wallace preguntó a la candidata demócrata que, en caso que prevaleciera su propuesta de crear un área de exclusión aérea en Siria, si Estados Unidos sería capaz de derribar un avión de guerra ruso.
La exprimera dama respondió que esa propuesta tomaría muchas negociaciones y que habría que dejar en claro a los rusos y sirios, que esa eventual situación implicaría dejar posiciones seguras en tierra.
Otro encontronazo se produjo cuando abordaron el tema económico, al Trump acusar hoy a Clinton por defender un plan económico que calificó de «desastroso» y esta le ripostó que él no propone nada que valga la pena.
Hillary Clinton propuso se aumente el salario mínimo y defendió que haya una paga igualitaria para hombres y mujeres, uno de los temas más discutidos hoy en la sociedad norteamericana por su carácter discriminatorio.
También sugirió se establezcan planes de educación sin deudas y mencionó este proyecto lo trabajó conjuntamente con su exrival en las primarias demócratas, el senador independiente Bernie Sanders.
Por su parte, Trump insistió en que recortará los impuestos y, a pesar de eso, reactivará la economía estadounidense.
El candidato republicano recordó que Estados Unidos tiene una deuda que supera los 20 billones de dólares, y culpó a anteriores administraciones demócratas por tomar pactos comerciales, mencionando entre ellos al Tratado de Libre Comercio de América del Norte suscrito por el expresidente William Clinton.
A solo 18 días de las elecciones presidenciales, Clinton y Trump prefieren atacarse como fieras, mientras el electorado estadounidense sigue sin fe en sus candidatos, o lo peor, en el futuro.

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