Roma, 5 nov (PL) El papa Francisco criticó hoy cómo se destinan sumas escandalosas de dinero para salvar bancos en quiebra, pero cuando se trata de la bancarrota de la humanidad NO se asigna ni una milésima parte.
En una intervención ante los participantes del Tercer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, organizado por la Santa Sede, el Sumo Pontífice se refirió de esa manera a los emigrantes, refugiados y desplazados, uno de los puntos en la agenda de la reunión.
Francisco recordó que en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral hay un departamento encargado de esos temas, pero por la importancia que revisten él decidió atenderlos directamente, al menos por un tiempo.
«Aquí hay una situación oprobiosa que sólo puedo describir con una palabra que me salió espontáneamente en Lampedusa: vergüenza», dijo.
Manifestó que allí como en la isla griega de Lesbos pudo «sentir de cerca el sufrimiento de tantas familias expulsadas de su tierra por razones económicas o violencias de todo tipo, multitudes desterradas -lo he dicho frente a las autoridades de todo el mundo- como consecuencia de un sistema socio-económico injusto y de conflictos bélicos que no buscaron, que no crearon…»
Más de 170 representantes de organizaciones sociales de 65 países participan en el evento y asistieron al encuentro con Francisco, en el cual se encontraba también el expresidente uruguayo José Mujica.