Arturo Ripstein incursiona en el cine digital

Lo que me permite la plataforma digital es que puede ser mi última película, con el cine fotográfico era invariablemente, mi última película.

Por Julio López

Ciudad de México, 09/11/16, (N22) .- Gemelos idénticos, enanos y luchadores profesionales. La Parkita y Espectrito mueren narcotizados victimas de dos prostitutas de la tercera edad,  este titular de la nota roja fue la semilla que inspiró a la escritora Paz Alicia García-Diego para escribir el guion de la película La calle de la amargura, que llevó a la pantalla grande el director Arturo Ripstein, precursor en América latina del cine digital.

“Lo que me permite la plataforma digital es que puede ser mi última película, con el cine fotográfico era invariablemente, mi última película. En el caso del cine fotográfico era la última, nunca iba a tener dinero para hacer otra. En el caso del cine digital no si no es la última, no tiene por qué ser mi testamento”, comentó Ripstein.

El asesinato sólo es el pretexto para el inicio de la película, y de inmediato  Ripstein nos introduce en su mundo, al mundo de dos prostitutas. La historia se desenvuelve en un México sórdido, vil, lúgubre y claustrofóbico. El mundo del blanco y negro que el cineasta siempre añoró en todos sus filmes y en el que ahora se regodea.

“El blanco y negro es como yo aprendí a entender la realidad. Me interesa la realidad del cine fotográfico, que tiene una narrativa en el montaje,  la otra la padezco y no la entiendo. Aprendí a querer y odiar a mi país en blanco y negro”.

El plano secuencia, el ritmo parsimonioso, los diálogos casi teatrales, los personajes decadentes, son elementos que una y otra vez aparecen en las películas del cineasta.

 

“A los cineastas nos debería tocar hacer dos películas durante toda nuestra vida. Hacerla una y otra y otra y otra vez,  hasta que fuera una piedra con los cantos bien rodados, exactamente la piedra que uno busca, e ir aprendiendo como hacer una sola cosa bien. Sería la ilusión de mi vida”.

Deja tu comentario