Fuente: DesdePuebla.com
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Orondo, orgulloso, como si realmente hubiera hecho algo importante, el presidente nacional de PRI, Enrique Ochoa Reza, se pasea por todo el país pregonando que su partido ya no tolerará la corrupción y pone el ejemplo del ex gobernador de Veracuz, Javier Duarte de Ochoa, para ratificar que –de la noche a la mañana y por arte de magia o de decisión presidencial- los priístas no serán corruptos en el futuro: Ahora sí…PRI expulsará a Javier Duarte.
La “cruzada anticorrupción” de Ochoa Reza en el PRI NO es nueva, en absoluto. Entre 1981 y 82, durante su campaña por la presidencia de México, uno de los personajes más nefastos, tibios y oscuros en la historia priista, Miguel de la Madrid Hurtado, realizó su proelitismo con el lema “Renovación Moral” y… su gobierno se caracterizó por encumbrar a personajes tan corruptos, como Carlos Salinas de Gortari, Manuel Bartlett Díaz (culpable del fraude electoral en Chihuahua y de la “caída del sistema” en los comicios federales de 1988, etc).
Además, el dirigente nacional del tricolor no tiene mucha calidad moral que digamos para hablar de “corrupción”, cuando él mismo es un ejemplo de abuso grave, de saqueo contra una emoresa paraestatal, como lo es la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde fue director por 2 años y 155 días, pero –a la hora de renunciar para irse a su partido- no tuvo el menor empacho en llevarse una liquidación de ¡1 millón 200 mil pesos!…por mucho menos de 3 años de “trabajo”: Ochoa Reza asegura que su liquidación de CFE fue legal
Incluso, sobre el presidente nacional priísta pesan acusaciones graves, severas de corrupción, debido a que se habría auto otorgado 2 liquidaciones de la CFE: una con monto reducido y la otra, que se pretendió ocultar, con una cantidad insultante para la gran mayoría de los mexicanos: Corrupto, el presidente nacional del PRI al darse de manera ilegal 2 liquidaciones de la CFE: Violeta Lagunes, ex diputada federal del PAN.
OCHOA REZA Y EL PRI DE PEÑA NIETO: SIN CALIDAD MORAL PARA HABLAR DE CORRUPCIÓN
Los asesores y comunicadores de Ochoa Reza debieran advertirle que el tema de la corrupción es bastante espinoso, negativo para el PRI y el régimen que representa: el de Enrique Peña Nieto, no solamente por la onerosa liquidación que el presidente del tricolor sacó de la CFE, sino también por las permanentes muestras de enriquecimiento inexplicable y turbiedades que han rodeado al presidente de México y a sus allegados, incluyendo a la 1ra Dama: Exigen a la Fiscalía Anticorrupción que investigue a Angélica Rivera
Además, si en algún momento algún dirigente nacional priísta se atreviera a expulsar a los ex gobernadores o a sus cuadros más “destacados” por corruptos, simplemente no habría lugar dónde ponerlos, porque ni en el estadio Azteca cabrían los tricolores que se enriquecieron a costa del poder, el dinero público o que cometieron graves crímenes contra la sociedad.
Los casos de Mario Marín Torres, el “Góber Precioso” de Puebla, Ulises Ruiz (Oaxaca), Mario Villanueva Madrid, el ex mandatario de Quintana Roo preso por narcotráfico o el de Michoacán, Fausto Vallejo, cuyo hijo Rodrigo apareció en varios vídeos con uno de los más conocidos miembros de la delincuencia organizada en su estado, “La Tuta”, son apenas algunos ejemplos de que, a lo largo de los años, el binomio PRI-Corrupción se volvió indisoluble demasiadas veces: Revuelo por el nuevo video de Rodrigo Vallejo con La Tuta.
Es más, la corrupción ha estado tan enraizada entre los priístas durante tantas y tantas décadas, que es necesario preguntarse si los mismos miembros “destacados” del tricolor serían capaces de reconocer a uno de los suyos…si no se hubieran enriquecido él y sus familiares y amigos durante el ejercicio de uno o más cargos importantes, como presidente de la república, gobernador, alcaldes de ciudades importantes, senadores, diputados, dirigentes sindicales, secretarios de estado, etc.