Si bien el acervo jurídico de la paridad de género en el Poder Judicial se evalúa constantemente a pesar de no ser un órgano popular, y a propuesta del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (GPPAN), las resoluciones del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México podrán ser controvertibles en casos de violación a los derechos humanos.
La iniciativa fue presentada por el coordinador del GPPAN, Santiago Creel Miranda y modifica la propuesta del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que establece como “inatacables” las resoluciones de dicho Consejo.
“Lo previsto en el apartado D, numeral 1, en el sentido de que las resoluciones del Consejo de la Judicatura son inatacables es indebido, excepcionalmente lo pueden ser cuando se cometan violaciones graves o sistemáticas a los derechos humanos y sus garantías. Se propone dejar abierta esa posibilidad”.
De esta manera se podrán interponer recursos en casos excepcionales como la violación a los derechos humanos para que no sea un tema de última instancia, según la iniciativa analizada en el seno de la Comisión de Justicia.
Igualmente se aprobó en dicha Comisión introducir la paridad de género en el Poder Judicial por lo que tendrá que haber un 50% de mujeres entre los jueces y magistrados de la Ciudad de México, señala el proyecto de dictamen.
En la víspera y al respecto, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Édgar Elías Azar, dijo en declaraciones a la prensa que en este rubro de la “paridad de género” ha tenido una distinción dentro del Poder Judicial, a pesar de ser mucho muy diferente al espíritu que conforma un órgano jurisdiccional a los órganos de Representación Popular.
“Nos compromete a tener, en primer lugar, equidad de género dentro de los tribunales. En el caso nuestro, el Pleno está conformado por un número prácticamente igual de magistrados y magistradas; y todos los puestos, lo puedo decir con mucho orgullo, en el Poder Judicial de la Ciudad de México, en donde la planta laboral es mayoritariamente femenina, y la planta, digamos, la planta alta de magistrados es prácticamente mitad y mitad, son puestos que se han alcanzado por la fuerza propia de sus integrantes.
“Nosotros no tenemos cuotas porque no somos un órgano de representación; al no ser un órgano de representación, no tenemos por qué tener una regla, un canon de fijar cuotas para las mujeres.
“No obstante eso, el esfuerzo de la mujer, dentro de la Judicatura, del Sistema Judicial, pues ha sido mayúsculo, porque ahí está la prueba: solas han logrado en la planta administrativa ser mayoritariamente mujeres, y para esto estoy hablando de más de 9 mil trabajadores en los que más del 50 por ciento son mujeres. Una planta de 79 magistrados, en los que la inmensa mayo… una parte igualitaria son mujeres también”.
Las puntualizaciones de Édgar Elías Azar, connotado jurista y político mexicano, fueron vertidas al término de la firma de un convenio Marco de Apoyo y Colaboración que celebraron el Tribunal Superior de Justicia, el Tribunal Electoral, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, en el marco de la celebración del Día Naranja.
La paridad de género en el Poder Judicial
Por Blas A. Buendía