*Leña a la Hoguera
*Más Sinvergüenzas
*Para “Defenderse”
Estos políticos nuestros, quienes confunden el mandato con la capacidad de ordenar y no de someterse a la voluntad general –cómo exige la Constitución-, parecen empeñados en no darnos respiro a los mexicanos, ni siquiera durante estos tiempos de recogimiento y supuestamente de alegría aunque ésta será muy difícil de alcanzar a plenitud con el drama de México consumiéndonos por dentro. Cada que lo intento me viene a la mente cuanto sé sobre quienes, usufructuarios del poder, se han aprovechado de sus cercanías y afectos con el titular del Ejecutivo para, a su sombra, lucrar descaradamente. Ni remotamente pensemos que luis videgaray caso es una excepción; es, sí, una vitrina a través de la cual se contempla el vacío de poder y el tanque lleno de la corrupción aunque ya no sea secretario de Hacienda pero sí un personaje demasiado cercano a la residencia oficial.
A lo largo de tantos años como periodista creí haberlo visto todo pero, como se habrán dado cuenta, me equivoqué en redondo. No podría creer, hace unos años, que la maldición de la amoralidad pública sería mayor al paso de los años y sobre todo luego del retorno cuestionable del PRI a la Presidencia contra la voluntad del 62 por ciento de los votantes y uno de cada cuatro empadronados considerando al porcentaje de abstencionistas. Ya entonces se presentaba compleja la gestión, sobre todo para quienes aseguraron que el peñismo mediático despegaría como un cohete hacia Marte y dejaría a sus adversarios tan atrás que nadie podría cuestionar su legitimidad.
No obstante ha sido todo lo contrario: el desprestigio galopante del régimen –sólo uno de cada diez mexicanos adultos lo aprueba y no digamos los jóvenes quienes se sienten afrentados con razón-, y la imposibilidad de una vuelta a la hoja, asfixia cualquier intento de reconciliación entre los gobernados y la clase política en general, porque aunque con peña se han ahondado los vicios es justo subrayar las nefastas actuaciones de sus predecesores panistas y la pulverización de las izquierdas cuyo peor momento se dio al postular, sostener y defender a la siniestra pareja abarca-pineda en Iguala. No olvidemos, para ser objetivos, la procedencia política de tales sujetos como tampoco la cercanía y el afecto, además del impulso, del señor peña a la precandidatura priísta –luego convertida en perredista-, del nefasto ángel aguirre rivero, su entrañable “compadre”.
Y el panismo se ubica en el origen como debajo del árbol de las tentaciones en el Paraíso de los primeros seres humanos según la Biblia: fueron sus candidatos, al llegar a la Presidencia, quienes por desconocimiento, primero, y complicidad, después, ejercieron el poder para asegurar las rutas de las mafias, pretendiendo unirlas bajo solo un mando –el del célebre “Chapo” Guzmán-, y después iniciar una guerra entre mafias con consecuencias funestas, devastadoras para el país y ninguna utilidad: el mercado de las drogas en los Estados Unidos no se ha visto afectado y siguen llegando las mercancías del vicio sin ninguna dificultad a través de las autopistas estadounidenses. Ni un solo gramo de estupefacientes ha dejado de “exportarse” aunque, cuando se mira atrás, se visualizan ¡ciento sesenta mil cadáveres! Ni en Rwuanda se llegó a tanto en tan poco tiempo.
Para colmo, las matanzas en Allende, Coahuila, certificadas por la aparición de fosas clandestinas con restos de, cuando menos, cinco mil cuerpos, colocan el sello de genocida sobre el rostro de felipe calderón y es valladar para su pretensión de reelegirse escondido bajo las faldas de su consorte, Margarita. Otra vez, como con los fox, “tanto monta; monta tanto”.
Lo que no entendí fue la manía del ahora enfermo ex “ministro” de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, conocido como “la daga” o la “cimitarra” puñales de origen árabe, en tratar de afrentar a los estudiantes restándoles categoría a sus estudios y empeños, atizando con ello la hoguera de la crispación que ya es de altos grados centrífugos. ¿Pretendían colocar otras fogatas para incinerar a cuantos “sea necesario” para, según dicen, evitar la formación de “futuros guerrilleros” como suelen referirse a los sacrificados de Ayotzinapa para tratar de reducir el horror con una monserga?
Sólo falta que se levante un monumento en homenaje a los “Guerreros Unidos” en el momento mismo de recibir, de manos de la policía municipal y del ejército acantonado cerca de Iguala, a cincuenta y siete jóvenes desarmados cuyo única falta fue desfogar su rebeldía, como también yo y muchos de ustedes lo hicimos en nuestra juventud pagando un altísimo costo bajo la barbarie de Tlatelolco y el Jueves de Corpus. No podemos olvidar; no debemos.
De acuerdo a la nueva ley de salud –en minúsculas-, en combinación con la secretaría de Educación Pública, ahora bajo los auspicios del infecundo Aurelio Nuño Mayer, sin soslayar la intervención de la “ministra” Mercedes Juan López –cuya única aportación es degradante-, la carrera de enfermería fue reducida en el nivel académico incluso negándosele a los egresados de la misma cualquier posibilidad de ocupar cargos administrativos dentro del sector; esto es, se buscó y busca crear una burocracia ad hoc con las condiciones actuales, esto es a base de una enorme cadena de complicidad que inicia desde la presidencia de la República. Y, no faltaría más, lo menos importante son los estudiantes… como en el caso del Politécnico cuando se pretendía suprimir materias tan importantes como la del conocimiento de suelos y subsuelos para desalojar con mayor prontitud sus campus. Ya sabemos cuáles fueron los efectos.
No faltará el imbécil –no hay otro término menos sonoro-, quien asuma que los politécnicos son sólo “muchachos revoltosos” que no quieren estudiar cuando su rebeldía surgió… porque se pretendió restarles estudios básicos bajo una dirección extraviada y son consensos. Y de allí creció la demanda por exigir que también la comunidad estudiantil forme parte de tales decisiones trascendentes para evitar con ello los traspiés soberbios de los funcionarios designados bajo la influencia presidencial. Una vergüenza a estas alturas del tercer milenio.
Igual que en 1968 y 1971, pareciera estar lanzándose culpas a los estudiantes para contaminar las interrelaciones con ellos y sembrar pretextos para reprimirlos. Entonces se hablaba de intereses externos pero sin aclarar que, si los hubo, fueron por requerimiento de nuestro propio gobierno dispuesto a limpiar el escenario, primero, de las Olimpíadas y después, en 1971, consolidar el autoritarismo presidencial silenciando a los muchachos que salían a las calles buscando ser escuchados tras el martirio de tres años atrás; aunque sus demandas fueran irregulares –las salidas de Eduardo Elizondo del gobierno de Nuevo León por haber cargado contra la Universidad de aquella entidad- y de los jefes policiacos de la época-, sirvieron como pretextos para arrasarlos a través de “los halcones” cuya sed de sangre llegó al extremo de “rematar” a los heridos en las instituciones de Salud, incluyendo a la “venerable” Cruz Roja dirigida por la aristocracia mexicana. Ya va siendo hora de desenmascarar a quienes alegan ser altruistas y sólo son evasores fiscales. Es una larga lista que comienza con apellidos tan rimbombantes como los Servitje, Bailléres, Larrea Mota-Velasco, etcétera.
Si los estudiantes salen a las calles es porque tienen argumentos para ello. Si el horror ha salpicado al mundo luego del genocidio de Iguala, ¿cómo pretender que en México, la nación lastimada por ello, no crezcan los gritos de quienes solo exigen dignidad y justicia? Ya lo hemos preguntado en otras ocasiones: ¿van a ir apareciendo cadáveres de uno en uno –me refiero a los normalistas-, mientras aparecen más y más cuerpos desconocidos en las malditas fosas clandestinas? Desde luego, la identificación de los mismos será materia de enormes inversiones que, desde luego, el gobierno peñista, acosado por la caída del peso y del petróleo –además de los colapsos de la Bolsa Mexicana de Valores-, ni siquiera se plantea. Es mejor, al parecer, tratar de ocultar los hechos como sucedió con la masacre de Tlatlaya por la cual ningún alto mando castrense ha respondido. ¿Qué espera el secretario de la Defensa, “Salvador” Cienfuegos Zepeda, para actuar virilmente?
Todo parece al revés. Y así llegamos casi al nuevo año nada que festejar salvo la esperanza en un Niño Dios que mire hacia México y nos dé algún remanso.
Debate
Sí, la corrupción llega muy lejos, como nunca antes. Y es tal el enfado de la clase política al ser descubierta que hasta el ex secretario de Hacienda, luis videgaray caso, dueño de sendas mansiones en Huixquilucan y Malinalco, como si se tratara de los viejos terratenientes de la región, optó por “regañarnos” a cuantos señalan hacia los gobernantes como responsables de todos los males y creen que todos son de la misma condición. Por cierto, videgaray sigue entrando, con derecho de picaporte, a las estancias presidenciales.
En esta línea, también Andrés Manuel López Obrador, insiste en ser objeto de otra campaña descalificadora por cuanto se le señala como protector y amigo de los hermanos Manzón, de Guerrero, “padrinos” de la nefasta pareja abarca-pineda por ahora confinada y con la atención del mundo sobre ellos; si la justicia mexicana da un paso atrás nos lloverá la repulsa mundial, lo mismo si se opta por la represión contra quienes, ejerciendo la libre expresión –una de las garantías individuales sacralizada por la Carta Magna-, manifiesten su repulsa hacia un gobierno que ha dado muestra no sólo de ineficiencia sino, sobre todo, de negligencia criminal en medio del asombro de millones de personas en todo el mundo. No es cualquier cosa la cruz que carga enrique peña en este final deplorable de año; lo malo es que, en este caso a diferencia del Redentor, él la fabricó.
Y no sólo eso, circulan las versiones sobre otras mansiones –presuntamente compradas al Grupo Inmobiliario HIGA, el de Juan Armando Hinojosa Cantú, socio de Jorge Hank Rhon entre otras monerías-, adquiridas con financiamientos de la propia empresa -¿Cómo se hace para acceder a ellos y a partir de qué? ¿Una senaduría es suficiente?-, para personajes muy cercanos a peña nieto: Alejandro Murat Hinojosa -¿coincidencia en apellidos o parte de la aristocracia mexiquense? Conozco la respuesta y se las daré en breve-, gobernador de Oaxaca de reciente asunción, y Arturo Nuño Mayer, el gran favorito del mandatario y acaso el hombre de sus mayores confianzas. Todos caben en la misma pecera.
Así como, al parecer, van a encontrarse los restos de los normalistas de Ayotzinapa, de uno en uno, lo mismo sucederá con las mansiones financiadas por Higa y su accionista mayor, Hinojosa. El círculo comienza a cerrarse y ya no habrá salidas para los “beneficiarios” circunstanciales del poder.
La Anécdota
El neoleonés Alfonso Martínez Domínguez –a quien se culpó por haber ordenado adiestrar al criminal grupo paramilitar llamado “Los Halcones” en junio de 1971 cuando el verdadero responsable fue siempre luis echeverría-, solía repetir un tanto ufano:
–En esto de la política se debe ser honrado; pero no tanto como para no tener como pagar una página en los diarios cuando nos acusen por ladrones.
Y con esta idea se convirtió en uno de los grandes politólogos del PRI al que presidió nacionalmente durante el sexenio de gustavo díaz ordaz.
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LA CORRUPCIÓN Y LA REPRESIÓN FORMAN EL COCTEL MÁS EXPLOSIVO CONTRA LOS SÁTRAPAS. ASÍ NOS LO ENSEÑA LA HISTORIA UNIVERSAL CON RELACIÓN A REYES, KÄISERS, ZARES Y EMPERADORES, PERO TAMBIÉN ACERCA DE LOS TIRANOS FASCISTAS. CUIDADO, PORQUE ESTAMOS MUY CERCA DE LLEGAR A ESTE PUNTO.