Dentro de poco Coahuila iniciara un proceso electoral tanto para presidentes municipales, así como para gobernador y ahora sí que cada quien le está haciendo su luchita ya sea dentro de un partido político y aquellos quienes no fueron favorecidos cerrándoles la puerta han decidido irse como candidatos independientes.
El fenómeno “Bronco”, ya se venía venir primero para alcaldías y gubernaturas y posteriormente para las próximas elecciones presidenciales. Algunos de estos candidatos independientes contaran con buena reputación y sin cola que les pise como Fausto Destenave Kuri, pero hay otros que no corren con la misma suerte.
Y lamentablemente este es el caso de Juan Ramón “Moncho” Oceguera, hijo del ex alcalde de Ramos Arizpe, Ramón Oceguera, quien asegura junior, que se pueden hacer mejor las cosas siendo éste una cachetada con guante blanco para la actual administración de Ricardo Aguirre.
Bien dicen que el amor es ciego y hay veces que también lo es el amor de hijos a padres y viceversa, siendo el caso de “Moncho” Oceguera, quien considera que el trabajo realizado por su padre como alcalde fue muy bueno.
Pero como todo en la vida, hay a quienes se les puede recordar por sus logros o fracasos y aunque cada quien es forjador de su destino en lo general aquellas personas que andan en malos pasos nunca lo quieren reconocer, porque se consideran omnipotentes y sin defectos; siendo éstas “cualidades” indispensables, cada vez más frecuentes en los funcionarios públicos, principalmente en los altos rangos como suele suceder quienes fungen como Presidentes Municipales en el país.
Mientras son alcaldes, toda decisión es tomada como una dictadura y en el mejor de los casos como una oligarquía, en donde solo unos pocos buscan su propio beneficio solapando y aplaudiendo al jefe todo aquello que en su diminuto espacio de ser pensante, considera como trabajador representante a favor de los ciudadanos.
Una vez terminado su periodo de administración aquellos acaldes serán premiados por sus actos con el recuerdo de un buen presidente municipal o como un tirano abusivo acostumbrado al nuevo esquema de gobernar en donde quienes cometen hechos ilícitos, gozan de la impunidad de las autoridades en donde nada más fingen hacer investigaciones sin resultados en concreto o al menos ante el nulo avance lo hace pensar, así como si fueran valores entendidos.
Se hace cada vez más común que al término de la administración de los Ayuntamientos en el país, los expresidentes municipales se desaparecen como magos.
Reconocidos como los mejores ilusionistas del mundo y superando aquellos que trabajan en los mejores casinos de las Vegas, Nevada, desaparecen recursos como el dinero correspondiente a Hacienda del impuesto sobre el trabajo, que como retenedores deben reintegrar los patrones, lo que para obligaciones fiscales se descuenta del salario que se paga a todo empleado metido a la nómina.
Hay otros quienes se especializan en desaparecer pasivos de proveedores por el simple hecho de retener las facturas en cualquier área departamental de los ayuntamientos, haciendo todo lo imposible para que éstos no lleguen a los departamentos de Tesorería y así no reportarlos como deuda pública.
Esos son nada más por mencionar muchos de los trucos que hacen los alcaldes en su momento de administración, pero una vez terminado su período como presidentes municipales salen a la luz pública algunos de sus actos de “magia” o sea el arte de desaparecer mañosamente facturas y hasta dinero.
Así es recordado el ex alcalde de Ramos Arizpe Ramón Oceguera Rodríguez quien a un año fuera de su cargo desapareció dos camionetas con un valor total de 1.4 millones de pesos en donde a la fecha no se sabe en dónde están. Una de ellas es una Silverado y la otra una Cherokee blindada la cual su acto de “magia” salió a flote al momento de la recepción del actual alcalde de Ramos, Ricardo Aguirre Gutiérrez, solamente se presentó su compra reflejada dentro de sus activos como propiedad del Ayuntamiento de Ramos Arizpe, sin embargo, solamente se les dejó el recuerdo con una factura de ambos vehículos sin saber el paradero de éstos al trascurrir un año de solicitar ambas camionetas.
Eso es solamente uno de las tantas triquiñuelas que salieron a flote, pero la gente no perdona y menos olvida que incumplió en muchos de sus compromisos de campaña.
En la pasada posada echa por el “Moncho” Oceguera, en donde la gente se quejó de los tamales que entregaron porque estaban todos crudos, recordándoles a su padre Ramón cuando fue alcalde en una ocasión en donde regaló burritos crudos y otros con moho mandándolos muchos de ellos al hospital por dolores estomacales.
Lamentablemente Juan Ramón “Moncho” Oceguera, tiene una sombra muy grande que es la de su padre y precisamente no es nada positiva. Los Ramos Arizpenses también recuerdan a Ramón pero por su nefasto gobierno que llevó Oceguera. También la gente se dio cuenta que al igual que su padre el “Moncho” no tiene poder político ya que tuvo que contratar el servicio de renta de camiones para llevarlos a la dizque posada en donde los tamales estaban crudos, siendo principalmente pobladores de el Paredón y sus alrededores.
Es aquí en donde recuerdo mucho lo que un día mi señor padre Carlos Robles Nava, me ha dicho repetidas veces; “podré haber cometido muchos errores en la vida como ser humano, pero nunca y ni nadie podrá decirte que tuviste un padre ratero para que siempre camines con la frente en alto”.
Eso es algo que a la percepción de los ramosarizpenses tienen una negativa imagen del ex alcalde de Ramos Arizpe, cada quien es recordado por sus logros o fracasos y el de Ramón fue muy mocho con el dinero, las cuentas, y las obras, al menos así es recordado, y el que no exista ninguna denuncia no es garantía de honestidad.
A los Ramos Arizpenses se les recomienda que deben de encomendarse a las 11 mil vírgenes para que no llegue a sentarse a la silla de la alcaldía otro nefasto Oceguera, ni aunque sea por un año, bien dicen que de tal palo, tal astilla. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intesip.org