La Habana, 24 dic (PL) En su largo recorrido por circuitos internacionales, Snowden, el más reciente filme del cineasta estadounidense Oliver Stone, recaló también en la cita fílmica habanera de diciembre para extender el intenso debate sobre la seguridad frente a la libertad.
Stone acudió, por supuesto, dialógico; dispuesto a regresar en sus habituales críticas al poder, y sus círculos, en su país natal, ya a través de su película, o bien directamente, aunque el metraje es harto frontal.
El metraje vuelve sobre la historia del analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden, quien reveló información clasificada acerca de los planes de vigilancia de las administraciones de Washington sobre gobiernos y grupos terroristas extranjeros y también sobre la propia sociedad estadounidense.
«Habitamos un mundo sin secretos», advirtió Stone para luego criticar la postura de la administración de Barack Obama al enfatizar en que la vigilancia sobre actividades terroristas era una excusa ante los propósitos reales de ejercer control económico y social.
Obama expandió todos los planes de vigilancia, iniciados por George W. Bush, detalló el cineasta, sólo que ha sido más inteligente y elegante que su predecesor.
El reconocido director recordó que si bien no encontró obstáculos por ninguna de estas agencias, tampoco consiguió el apoyo de cualquiera de las productoras estadounidenses para la realización del metraje, y tuvieron que trasladarse hasta Múnich, con la participación de compañías alemana y francesa.
La cinta protagonizada por Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley recrea los hechos acontecidos desde que Snowden abandonara su trabajo en la NSA en 2013 y decidiera revelar los planes de vigilancia del gobierno de Estados Unidos, con las implicaciones para su vida personal.
El elenco que completan Melissa Leo, Zachary Quinto, Nicolas Cage, y especialmente Woodley, han dicho sentirse satisfechos por participar de una historia que ofrece una perspectiva diferente a la de los grandes medios.
Así, la visita de Stone a la capital cubana desembocó irremediablemente en una avalancha de preguntas relacionadas con el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y las películas que hizo sobre él.
Sin reserva alguna, Stone expresó que haber conocido a Fidel Castro le causó gran impresión: «Para los que lo odiaban, irá al infierno, para los que lo adoraban, irá al paraíso; lo cierto es que para todos los que lo conocimos deja un hueco muy grande», remarcó.
Impresionado por el carácter y el intelecto del estadista cubano, Stone precisó que este había predicho todo lo que sucedió desde 2001.
El cineasta lamentó la censura sobre Comandante (2003) por parte de HBO, la misma cadena que un año después transmitió Looking for Fidel; «creo que la principal razón por la que decidieron transmitirla fue por las brillantes respuestas que dio Fidel a un cuestionario muy difícil», acotó.
El evangelio según Oliver Stone
Por Alain Planells Carballo