Tokio, 24 ene (PL) Japón, Australia y otros países firmantes del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) incrementaron hoy contactos en busca de un Plan B para reflotar ese trato frente a la política comercial de Estados Unidos.
Una de las posibles soluciones para rescatar el TPP puede estar en abrir las puertas a China, dijeron voceros.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió el lunes su promesa electoral de retirar a su país del acuerdo.
Tal decisión constituye pieza clave del giro exterior hacia Asia-Pacífico de su antecesor, Barack Obama, y cuya entrada en vigor ansiaban los otros 11 países integrantes del pacto, con vistas a dinamizar sus economías.
Los primeros ministros de Japón, Shinzo Abe, y de Australia Malcolm Turnbull, (las mayores economías del TPP junto a Estados Unidos y Canadá), iniciaron contactos para tratar de salvar el arreglo, pese a la ausencia estadounidense, y aún confían en su ratificación.
Turnbull señaló que existe la posibilidad de que el TPP proceda sin Estados Unidos. Tal criterio lo difunció luego de hablar por teléfono con Abe, así como con los primeros ministros de Nueva Zelanda, Bill English, y Singapur, Lee Hsien Loong.
Japón calificó de sinsentido un eventual acuerdo sin Washington por el desequilibrio de la balanza de intereses fundamentales.
El vocero del Ejecutivo nipón, Koichi Hgiuda, recalcó su intención de convencer a la administración Trump de las ventajas del TPP.
Entre las opciones para un acuerdo alternativo, Sídney apuntó la posibilidad de sacarlo adelante sin Washington o de abrir la puerta a China o a Indonesia, no incluidos en el pacto.
El gobierno chino no aclaró este martes su postura sobre el TPP, aunque un centro de estudios, adscrito al Ejecutivo, señaló el posible interés de Beijing en unirse al pacto.
Para el director de indagaciones americanas del Instituto de Estudios Internacionales de China (CIIS), Teng Jianqun, si ocurren nuevas negociaciones sobre el TPP, no cree que exista ningún obstáculo para la presencia china.
Sin embargo, Tokio opina que invitar a Beijing a la mesa del TPP supondría un elevado riesgo estratégico por su peso y a una posible reformulación de las reglas comerciales, según sus intereses.
Los signatarios Nueva Zelanda, Singapur, Chile, México y Perú se mostraron dispuestos a dar una nueva forma al acuerdo, mientras que otros como Malasia o Vietnam buscan alternativas.
Una de esas variantes puede ser avanzar en la integración económica de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (Asean).
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, dijo que el TPP como lo conocían ya no está sobre la mesa y añadió el inicio de contactos de su país con los otros socios, ante la reunión en marzo en la ciudad chilena de Viña del Mar.
Esa cita es con la finalidad de analizar la situación tras la decisión de Trump.
Para la entrada en vigor del acuerdo resulta necesaria la ratificación por países que representen al menos el 85 por ciento de la economía del bloque.
Estados Unidos, por sí solo, representa en esa
fórmula el 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) combinado de los 12 Estados firmantes.
El TPP fue firmado a comienzos de 2016 después de más de seis años de negociaciones por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.