Por Karen Rivera
Ciudad de México, 27/01/17 (N22).- Con una velocidad que alcanza hasta los 160 kilómetros por hora y con una capacidad de 1.5 toneladas, el primer vehículo mexicano eléctrico de carga es un proyecto de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco y de la Empresa Mexicana de Vehículos Eléctricos Corporativos (VEC).
“En este caso la camioneta tiene una autonomía de 100 kilómetros con una recarga muy rápida, una hora y la vamos a recortar a 30 minutos”, comentó Bernardo Rosas, socio fundador de VEC.
“Es un vehículo que está controlado definitivamente por medio de una computadora interna, nosotros no podemos manejarlo a 120 kilómetros más allá por la carga, pero tenemos un rango de manejo de velocidades enorme, si queremos transformarlo en vehículo deportivo o lo que sea se puede hacer”, agregó Ahmed Zekkour, investigador de la UAM.
La camioneta utiliza una batería construida a base Litio y Hierro, que tiene una eficiencia energética superior a las fabricadas con plomo y ácido, así como menor peso y mayor expectativa de vida. Funciona como si fuera la batería de un celular, comienza a descargarse una vez que se enciende el automóvil y se termina una vez que alcanza los 100 kilómetros. Su motor tiene una potencia equivalente a los 130 caballos de fuerza.
“Usa baterías que se pueden recargar hasta 30 mil veces, que pueden estar 20 años y tiene todos los sistemas para poder tener toda la fiabilidad y usarlo en una ciudad o usarlo digamos o en la parte de logística o en la parte de transporte público masivo”, agregó Rosas.
El motor dura aproximadamente 20 años. «Esto nos permite tener unos costos alrededor de 500 mil pesos que entra en un mercado un poco caro, pero que ya haciendo la serie va a bajar todavía.”
“Estamos ahorita trabajando con Conacyt en otro proyecto de un autobús de piso bajo, con esa tecnología, con un sistema propio de la UAM también”, agregó Zekkour.
Según cálculos de los investigadores el costo de esta tecnología es de 30 centavos por kilómetro. Otra variable del vehículo es la independencia tecnológica, aunque «las armadoras se están yendo, entonces lo que nosotros queremos es crear una industria mexicana», concluyó Rosas.