Mogadiscio, 18 feb (PL) Agencias de la ONU como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo para la Infancia (Unicef) coinciden en la inminencia de una catástrofe alimentaria en Somalia a causa de la sequía, destaca hoy la publicación local Hiiraan Online.
Representantes en el país de esas dependencias humanitarias del organismo mundial pronostican la llegada de una gran hambruna en unos dos meses por la escasez de agua, la peor en muchos años, según expertos.
Los especialistas piden a los donantes que aumenten la ayuda de emergencia para evitar esa catástrofe y salvar al menos a la mitad de los 6,2 millones de ciudadanos del país del Cuerno de África amenazados por ese flagelo, extendido desde las regiones norteñas más afectadas.
Enviados del PMA y la Unicef visitaron la semana pasada algunas de las zonas del estado septentrional de Puntlandia, donde, según afirmaron, detectaron una devastación total en la que la gente llega al límite de posibilidades para afrontarla.
Los representantes humanitarios relataron que en uno de los pueblos de aquella zona encontraron a unas 500 mujeres y niños viviendo en condiciones precarias en chozas improvisadas y rodeadas de ganado muerto.
«Aunque aquellos aldeanos eran pastores, solo disponían para todo el pueblo de una cabra y un camello que no parecían estar en buena forma, en una región donde normalmente los criadores tienen cientos de ovejas y de camellos», relató Laurent Bukera, director del PMA en el país.
Si no respondemos lo suficientemente rápido y a la escala adecuada, debemos prepararnos para una catástrofe, al menos de las dimensiones e intensidad de la que vivimos allí en 2010-2012 cuando murieron 260 mil somalíes, la mitad de ellos niños menores de cinco años, insistió el funcionario.
Bukera opinó que las agencias tienen ahora un par de meses para aumentar su respuesta de emergencia a la sequía y evitar que los precios de los alimentos suban, pero consideró que pese a esa situación Somalia tiene una mejor oportunidad de evitar una catástrofe, pues fue alertada con bastante antelación.
El portavoz de Unicef Christophe Boulierac, por su parte, estimó que el número de niños gravemente malnutridos llegará a 270 mil en próximos meses, y advirtió que ese sector está entre los más afectados por la sequía actual y en gran riesgo de muerte.
Acorde con ese experto, 4,5 millones de personas necesitarán en abril próximo agua, saneamiento e higiene y cuatro millones carecerán de servicios de salud a causa del planificado cierre de centros de salud por falta de financiamiento.
Respecto a las condiciones climáticas, Claire Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial, admitió que son alarmantes porque se sucedieron dos temporadas consecutivas de escasas lluvias en 2016, y sigue siendo alta la probabilidad de que esa situación persista en la etapa de marzo a mayo de 2017.
ONU alerta sobre catástrofe alimentaria en Somalia
