Desafío: Nos Asfixia Osorio

Por Rafael Loret de Mola
Por Rafael Loret de Mola

*Nos Asfixia Osorio
*calderón Negociante
*Sólo puras Pérdidas
El gobierno se entretiene en subir las tarifas de luz y mantener la absurda flotación del precio de las gasolinas a un ritmo cardíaco: bajan un día un centavo y aumentan cuatro en los subsiguientes días de la semana. Debe ser muy divertido para los funcionarios quienes deciden por todos dentro de una aristocracia insensible, apartada de cualquier signo democrático, y profundamente rapaz. No dejan de robar con descaro porque las organizaciones sociales, por más manifestaciones que efectúen, menguan ante la omnipotencia estatal, sin recursos para hacer valer la soberanía popular. Este es el verdadero drama.
Mientras ello ocurre, la prepotencia aflora. Miguel Ángel Osorio Chong, cada día más impertinente cuando enfrenta las protestas públicas, aduce que “llegó a su límite” el supuesto apoyo de las fuerzas de seguridad a las entidades más acosadas por el crimen organizado; por desgracia, los cárteles y demás grupos delincuenciales, hace tiempo le tienen tomada la medida a no pocos elementos del gobierno federal que desplazaron al mismo número de gobernadores al dominar sus plazas con elementos del ejército al servicio de la residencia oficial de Los Pinos. Una especie de trueque en el que quienes no pierden son los facinerosos.
Hace unos días, en Veracruz, una señora ya de edad, increpó al titular de Gobernación, en Córdoba la de los Yunes, para inquirirle en cuál supermercado compraba su mujer para lograr que le alcanzara con trescientos cincuenta pesos, como Osorio dijo, para adquirir lo indispensable para el hogar. Esta cantidad no llega al monto de las propinas que reparte el “ministro” con aspiraciones durante el transcurso de su jornada laboral rebosante de audiencias inútiles y de reuniones para prolongar la manipulación colectiva y, por ende, la resistencia de una sociedad afrentada por los mayores niveles de corrupción que se hayan conocido.
Por otra parte, siguiendo el libreto de la flamante ley de seguridad interior que habilita al ejército para realizar funciones policíacas y perseguir a los que sus mandos consideren sospechosos –entre ellos los líderes sociales y de opinión-, sin medida coercitiva alguna y una enorme hipocresía para simular que defienden a la comunidad tratando de ocultar las apariciones múltiples de cadáveres en lugares claves, como Veracruz, contaminada por la abyección política que colocó a los Yunes al frente del Palacio de Gobierno en plena descomposición social y económica, so pretexto de que todo “se lo llevó Duarte de Ochoa”. Ladrón con escobita nueva en pleno declive de las instituciones.
Igual puede hablarse de la Armada de México, infiltrada desde el sexenio de calderón, y responsable de asesinatos seriales, a familias enteras, a lo largo de nuestras costas; recientemente los familiares de tres desaparecidos, en Veracruz claro, denunciaron el ultraje señalando a la Marina como responsable aunque, claro, los altos mandos de ésta se apresuraron a negarlo; es más sencillo creer que fueron abducidos por fuerzas extraterrestres y llevados al paraíso futuro en alguno de los siete planetas similares a la Tierra descubiertos por la NASA. La humanidad se va de viaje; ¿qué nos ocultan?
Al igual que las reformas peñistas, todas conflictivas y en buena parte inútiles, falsarias y convenientes sólo para los grandes cómplices del gobierno, la ley de seguridad interior es un recursos que favorece sólo a la atemorizada clase gobernante porque institucionaliza el espionaje y la persecución, al estilo Iguala sin que con ello pretenda ofender a quienes aún luchan por desentrañar el misterio de los normalistas desaparecidos -cuarenta dos y un militar en ejercicio, infiltrado-, y procede de manera sumaria, sin siquiera denuncias de por medio, a quienes señala como subversivos o conforman alguna de las múltiples marchas de protesta; además, claro, la búsqueda de “chivos expiatorios” se agudiza para tapar los agujeros dejados por la fuerzas armadas en las múltiples fosas clandestinas, incluso las que nadie conoce, esparcidas por el territorio nacional.
En este momento, sin duda alguna, unas de las instituciones con peores bonos y calificaciones son el ejército y la marina, desprestigiados por la secuela de genocidios perpetrados durante los últimos diez años, como el de Allende, Coahuila, en la era calderonista; y los de Tlatlaya, Tanhuato, Vallarta, Apatzingán, etcétera, bajo la férula del peñismo insensible.
No ha servido el despliegue militar, hasta ahora, para sofocar las actividades de los grandes “capos” –nadie encuentra a Ismael “El Mayo” Zambada García quien es, de verdad, quien tomó el mando de la llamada “Confederación de Sinaloa”, meses antes de que se atrapara, por segunda vez, al célebre Joaquín “El Chapo” Guzmán; precisamente para ello requirió formalizar su coronación con la supuesta entrevista concedida al extinto Julio Scherer García –a lo mejor la coincidencia de sus segundos apellidos le dio confianza al cabecilla-, en abril de 2010, acaso la última de gran trascendencia realizada por el maestro del periodismo. La consiguiente portada del semanario Proceso fue el trono buscado por el siniestro personaje.
Tampoco el ejército ha tenido tiempo para reforzar nuestras fronteras –acaso tal es la razón de fondo al convertirlo en corporación policíaca separándolo de sus funciones fundamentales como la defensa de nuestra mancillada soberanía-, mientras crecen las infamias verbales y las amenazas del “pato” Donald Trump Macleod, en pleno dislate diplomático en donde cabría ya la llamada a casa de los embajadores, el mexicano Gerónimo Gutiérrez, y la estadounidense, Roberta Jacobson, como medida cautelar ante el acoso de la Casa Blanca y las reiteradas mentiras de Trump incluso en su discurso ante el Congreso el pasado martes 28 de febrero con un mensaje en pro de la “unidad” como si fuera una copia al carbón del elaborado por los consejeros habituales de peña nieto. Alguna gloria le cabe al mandatario mexicano en este juego de espejos tan complejo y singular. La parodia es por partida doble y en distintos escenarios.
No es imposible, claro, que los asuntos bilaterales empeoren. Al contrario, se teme que la revisión del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, pretenda restar toda ventaja para México a favor de la gran potencia de la región aun cuando ésta mantiene un déficit comercial de hasta 502 mil 300 millones de dólares; sin embargo, la cifra es cinco veces menor a la de la Unión Americana con China, por lo cual resulta un vago pretexto hacer de la diferencia mercantil el argumento central para la muerte por asfixia del TLCAN.
Pese a todo lo anterior, Osorio Chong –y no hablemos por ahora del aprendiz de canciller, Luis Videgaray Caso, otro de los posibles nominados a la Presidencia por la cinta “La Sucesión Imposible”-, no reacciona ni se atreve a plantear a su jefe, el presidente blindado, alguna salida digna ante el alud tremendo de abusos, persecuciones, amenazas, de unas fuerzas armadas situadas en el vestíbulo del golpe de Estado. Dijéramos que la ley de seguridad interior nos hizo retornar a la época de la Plaza de las Tres Culturas, en 1968, cuando se impuso la fidelidad de los mandos castrenses a cambio de una mayor libertad para negociar con drogas y armas. No descubrimos el hilo negro.
Lo curioso del asunto es que hasta el general Salvador Cienfuegos Zepeda, titular de la Defensa Nacional, se opuso a la ley de marras y el presidente peña le conminó –ordenó- a obedecerla proclamando la lealtad y sometimiento de los cuadros castrenses al “comandante supremo”, esto es al presidente de la República, acartonad y, como sus predecesores, sin la humildad necesaria para rectificar cuando se equivoca como en este sensible renglón.
Con el ejército en las calles y el llamado de Osorio por el agotamiento de los apoyos a los estados de la República, se abre otra ventana agrietada: la demanda de mayores tropas y la compra de armamentos –a través del contrabandista protegido, Jaime Camil Garza-, para aumentar el poder de fuego de un gobierno al que parece habérsele nublado la razón de Estado. Es como una llamada a la guerra cuando los diplomáticos están cruzados de brazos y el canciller, supuestamente favorecido por Trump, lanza bravatas pero se retrae con la misma facilidad.
El sube y baja está por romperse.
Debate
El portal Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, ha investigado, a fondo, las complicadas relaciones entre los gobiernos de México y Brasil durante la triste estancia de calderón en Los Pinos. Y denunciaron la conexión de sendos presidentes, cuando lo eran, con la empresa Odebrecht, especialista en sobornos destinados a obtener múltiples e inmediatas ganancias con el favor de sus socios en el pináculo del poder.
A la letra, la denuncia del grupo mencionado cita:
“La Presidencia de México -durante la gestión de Calderón- y Pemex han sido involucradas en la investigación del caso “Lava Jato”, en Brasil, sobre los sobornos que Odebrecht repartió en América Latina para obtener contratos por miles de millones de dólares.

Una de las evidencias que involucra a México es un correo electrónico entre dos ejecutivos de ese consorcio, Roberto Prisco Ramos y Alexandro Alencar, en el cual gestionaron una reunión entre Calderón y Lula da Silva como su estrategia de negocios con Pemex.

Este prueba ha sido considerada relevante por el juez brasileño, Sergio Moro en una línea de investigación contra Lula por presuntamente haberse prestado a los intereses de Odebrecht usando su investidura como Presidente.

El mensaje en el cual apareció el nombre de Felipe Calderón está fechado el 8 de diciembre del año 2009, justo cuando él cumplía tres años de haber llegado a Los Pinos. También en ese momento, Braskem una filial de grupo Odebrecht, considerada la empresa líder en América Latina en la división de petroquímica, tenía algo que festejar en México: estaban por cerrar un negocio que le dejaría ventas estimadas en 2 mil millones de dólares anuales.

Sin embargo, para alcanzar esta meta requerían que Pemex les suministrara 66 mil barriles diarios de gas etano a “precios preferenciales”, canalizados a una planta destinada a la fabricación de polietileno –un producto básico para la industrialización de plásticos- que se construiría en Coatzacoalcos, Veracruz, en el Golfo de México, de acuerdo con el contrato.”
Una historia tenebroso que confirma el nivel de traición de quien hoy pretende imponer a su esposa, Margarita, como candidata a la presidencia; esto es, como si los mexicanos no tuviéramos memoria.
La Anécdota
PEMEX perdió en 2016, 14 mil 300 millones de dólares; el secretario de Hacienda anuncia que, a lo largo de 2017, el “crecimiento económico” será de apenas entre 1.5 y 1.7, inferior en un punto a lo antes dicho y con las dudas de otros sectores que ya hablan de un “crecimiento negativo, esto es por debajo de cero; la luz eléctrica se fue al cielo y los salarios se mantuvieron con un alza ridícula que, ni lejanamente, pueden equipararse a los golpes inflacionarios.
Con un panorama así, ¿alguien apuesta por los candidatos de PRI en Coahuila, Nayarit y, sobre todo, el Estado de México? ¿Y por la carrera sucesoria de 2018, infectada por la partidocracia y la escasez de credibilidad en la ciudadanía? Vamos al abismo y sólo la salida de peña de la Presidencia podría detener el despeñadero.
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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La bomba está por estallar y Osorio, Videgaray, Meade, además de los ilusos, siguen comiendo en restaurantes de lujo para dar la idea de que todo está bajo control cuando no es así. Para ellos, según dicen, la clave será deslindarse de peña en la hora de las campañas; esto es como si los futuros electores fueran amnésicos o idiotas, por no decir otra cosa.

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