Las medidas tomadas por parte de las autoridades migratorias estadounidenses han empezado a causar una sicosis tanto en gente indocumentada que se encuentra viviendo actualmente en los Estados Unidos, así como aquellas personas que se quedaron viviendo allá con una visa de turista.
Las amenazas verbales del presidente Donald Trump, han funcionado más que cualquier otro sistema que se halla implementado de inmigración, pues gracias a ello se han incrementado las visitas a psicólogos para atender a ciudadanos estadounidenses con orígenes de la India y del Medio Oriente, pero aún más el regreso de muchos connacionales a nuestro país.
Aunque todavía en el mes de febrero la Secretaría de Gobernación, su titular Miguel Ángel Osorio Chong aseguró que México tiene la capacidad de recibir a migrantes de manera digna por medio del Programa Somos Mexicanos iniciado desde el 2014. Esto tras el anuncio del magnate estadounidense sobre la deportación de 2.5 millones de mexicanos, a los que siendo insuficiente el anuncio todavía los calificó de delincuentes.
Todo esto es muy sabido por todos nuestros connacionales, pero qué es lo que hay detrás de las noticias, es decir, lo que se vive actualmente y en estos mismos momentos que usted está leyendo ésta columna.
Aquellos mexicanos que por alguna razón estuvieron viviendo en los Estados Unidos y que ante las amenazas de Trump, han decidido regresar a su país la manera como está funcionando el Programa Somos Mexicanos y de manera digna como lo mencionó el titular de la Secretaria de Gobernación, es que todo aquel que pase por cualquier frontera con México, pero sobre todo en la de Laredo las autoridades mexicanas de ese puente internacional, es decir, los agentes de la Secretaria de Hacienda, confiscan todo aquel vehículo así como su interior dando oportunidad dignamente de sacar un solo cambio para que arregles los papeles del vehículo.
Dentro de su programa Somos Mexicanos, estos agentes de Hacienda quienes orgullosamente manchan la imagen de la Secretaria de Hacienda, pues resulta evidente el negocio llenándose los bolsillos de miles de dólares diariamente. Dinero que nunca entra a las arcas de la institución de gobierno ya que les cobran a los paisanos no menos de 5 mil dólares por cada unidad para que todo quede arreglado con papeles.
Ahora bien, para asegurar a los vehículos aquellos quienes cuentan con visa, son también confiscadas por los agentes mexicanos, éste documento que pertenece a las autoridades de los Estados Unidos Americanos.
En caso de no contar con el dinero tienes tres días para juntarlo o de lo contrario existe ahí unos “dizque” abogados quienes arreglan todo, pero evidentemente son recomendados por los agentes que trabajan para la Secretaria de Hacienda.
Estos “coyotes” oficiales recomendados por autoridades mexicanas cobran un poco menos, pero arreglan todos los papeles incluyendo la goma o permiso emitido por la Secretaría de Hacienda en donde dan aviso que el vehículo tiene todos sus documentos en orden. En promedio y dependiendo del tamaño del sapo dejan caer la pedrada, pero su mejor precio de oferta es de 1 mil 500 dólares por cada persona más los gastos generados en el trayecto.
Esos gastos de trayecto son los que el paisano tiene que entregar cuándo son llevados en sus vehículos en un camino conocido como “La Brecha”, territorio utilizado por los polleros, pero a diferencia que son escoltados por camionetas y gente altamente armadas quienes los pasean durante un buen tramo para pedirles posteriormente otros mil quinientos dólares y continúan su camino para dejarlos con un menor de edad de 16 años quien solamente pide dinero para sus “cocas”, y posteriormente te pega una calcomanía tan válida que una vez saliendo de “La Brecha”, ningún agente federal o de Hacienda, y hasta el mismísimo ejército mexicano no molestarán y ni mucho menos pararán al vehículo recientemente documentado.
Esta es la discrepancia de lo que dicen los políticos, el cómo funcionan los programas anunciados por éstos mismos, con la realidad que difícilmente se puede ocultar sin embargo las autoridades se hacen los miopes para los abusos y sobre todo el denigrante recibimiento que hacen los mismos mexicanos que trabajan en instituciones de gobierno aprovechándose el uso de una placa para hacerse llamar autoridad fiscal.
Hasta qué grado de indignación para el inmigrante mexicano que mejor, autoridades de migración estadounidenses al ver la situación o el mal trato que los mismos mexicanos les hacen a sus propios connacionales les llegan a decir: “oye tú mexicano, mejor regrésate a los Estados Unidos, tu gente no te quiere; solo te quiere chingar”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org