*Sobornos y Panaceas
*Cegarse es lo Peor
*La Muestra Arbitral
México es un país descompuesto por su gobierno. Tanto que se han cambiado los valores esenciales a trueque de manipulaciones colectivas y una desarrollada corrupción que se ha convertido en la más exitosa de las industrias, incluyendo las desvergonzadas desviaciones de fondos destinados a las damnificados por catástrofes naturales y la longeva costumbre de incluir obras no realizadas en los informes presidenciales; las mentiras, por desgracia, afloran muy tarde.
Es preocupante, en entorno así, que se señale como fecha de arranque para el cacareado “nuevo” modelo educativo el ciclo 2018-19, esto es cuando la administración actual, que en apariencia lo impulsa, ya esté en finiquito y, si las cosas transcurren con la normalidad “institucional”, esto es vencida la voluntad popular de quebrar al actual régimen siquiera como una sanción por los genocidios y latrocinios extendidos por toda la República, ya pulule alrededor de Los Pinos un presidente electo que no pertenecerá al PRI. El continuismo sólo sería posible tras un acto de suicidio colectivo de, cuando menos, el cuarenta por ciento de la población adulta. No es factible llegar a tal grado de ignominia.
La corrupción ingente se extendió por casi toda Latinoamérica. El caso del empresario brasileño, Marcelo Obedrecht, por señalar tan solo una muestra, exhibe la expansión de la corrupción por la vía de las complicidades mayores tocando las manos de los presidentes de Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador y Perú, cuando menos. México, desde luego, no fue la excepción bajo los gobiernos de derecha corroídos hasta el fondo y con mandatarios panistas muy buenos para extender las manos y recibir cerca de doce millones de dólares muy bien recibidos por los santones de golpe en pecho, fox y calderón. Nada mal les fue para que todavía sigan mendigando por migajas y pensiones que sólo sirven para promocionarse a sí mismos… o a la consorte del segundo, la aguda Margarita.
Coinciden en otra cosa sendos ex gobernantes, fundamentalmente en la ambición de sus consortes quienes, en uso del estatus reflejo, han creído que pueden alcanzar a sus consortes igualándose con ellos a costa de la presidencia rota. Las dos fueron lanzadas y maltratadas por sus primeros maridos, Marta víctima de Manuel Bribiesca quien me confesó que la arrojó por la escalera “porque se le fue”, y Margarita conoció cada peldaño de la de Los Pinos en alguna ocasión que propició el beodo de su marido a quien, además, le ha tocado defender en una absurda coyuntura que no puede ganar. La segunda, claro, llegó más lejos porque los panistas de tiempos de fox, entre ellos el entonces dirigente Manuel Espino Barrientos, ya escindido por asco, sintieron un poco de vergüenza y se negaron a secundar los sueños imperiales de la señora “de las muchas faldas”. Ahora, sobra la dignidad como es evidente.
En el paraíso de los sobornos, que tanto alimentan los capos y los esclavistas modernos, como las empresas canadienses que explotan el oro de Iguala y Cocula a costa de someter a indocumentados y perseguidos, el presidenciable secretario de Gobernación –quien piensa también que el PRI tiene alguna posibilidad de ganar; y con él, cuatro gatos más-, alega que él está dispuesto a defender siempre al ejército, por ejemplo si toma el control de los comicios si las aguas se salen de cauce. Me imagino que tal es el fondo de tan apasionada postura de Miguel Ángel Osorio Chong, el hidalguense con casaca invisible como la del emperador del cuento de Hans Cristian Andersen; esto es, va desnudo moralmente por la vida.
Y, desde luego, los agravios contra la nación se extienden. Por ejemplo, el impulso presidencial a Aurelio Nuño Mayer quien, a pesar de sus derrapes que le exhibieron –el secretario de Educación, sentado en el sillón de Vasconcelos, no sabe “ler” y lo repitió ¡tres veces!-, sobre todo los pésimos consejos que le dio a su jefe peña nieto en la primera mitad de su terrible sexenio, volvió a convertirse en el “delfín” para suceder a su patrón e incondicional tomando en cuenta la dualidad que le permite, como al mandatario en funciones, contar con una bella mujer a su lado. ¡Qué empeñosos son algunos altos funcionarios con el tema de las artistas conocidas! ¿Les gustará encelar a los mexicanos para sentirse, de verdad, por encima de ellos porque tienen acceso a las estrellas del firmamento televisivo o a bailarinas exquisitas, como en el caso de Nuño, más bien Nulo? ¿O es una competencia internacional en pos del grado de “la primera dama más bella, desplazada “La Gaviota” por las de Argentina, Juliana Awada de Macri, y sobre todo por la de Brasil, Marcela Tedeschi Araujo de Temer quien, desde luego, confirma la suerte del feo? Será difícil igualarlas, mucho menos en el lejano caso de una victoria de Margarita, la del ABC de Hermosillo, en pleno desfogue de la amnesia colectiva.
Sólo que los precandidatos –quienes ya gastan un dineral aunque el INE diga ignorarlo porque Lorenzo Córdova Vianello, el racista, prefiere obviarlo-, no dejan de cometer excesos contra la inteligencia del colectivo. Son evidentes sus alianzas soterradas, con la Presidencia claro, lo que desvirtúa el juego comicial y hace factible un nuevo fraude si llegamos al 2018 con los brazos cruzados y sin que priven otras reglas para determinar a los ganadores reales y no a los cibernéticos con la ayuda de hackers precisos para modificar los escrutinios.
Y los precandidatos hacen de las suyas. Margarita, por ejemplo, insiste en que su marido defendió el orden regando 127 mil cadáveres durante su sexenio ante el asombro de sus entrevistadores. Osorio Chong, “el chino hidalguense” –investigo si sus orígenes tienen que ver con alguna lavandería-, asegura que no se cansará de defender a la Policía Federal y a los militares a los que ahora se da el lujo de ordenar como si la Secretaría de la Defensa estuviera pintada. Y Andrés Manuel manda a callar a uno de los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa a falta de argumentos para contrarrestar las andanadas de quien fue insolentemente llamado “provocador” por el icono de la izquierda.
En este punto me detengo. No pocos de mis lectores y seguidores abogaron por Andrés alegando que el reclamo estaba fuera de lugar –se podría decir lo mismo de las protestas contra peña cuando viaja, lo que resultaría una perogrullada-, y que no podía explicarse cómo tenía capital y visa para situarse en Nueva York, una interrogante que igualmente podría trasladarse a López Obrador. ¿Acaso no saben que los padres de los normalistas han sido invitados por diversos organismos no gubernamentales para que expliquen sus versiones en diversas capitales del mundo? ¿O creen que, por ser humildes, no tienen derecho a recibir el mismo trato que un conferencista de la talla de felipe calderón y ernesto zedillo?
De lo anterior deduzco que, en esta tierra nuestra, tantas veces afrentada gracias a la desmemoria, sobran incondicionales de cualquier causa y manipuladores al servicio del gobierno y de los líderes opositores que intervienen las redes sociales, la única arma que nos dejan a quienes planteamos la posibilidad de una revolución pacífica. Cuidado con eso; sin salidas ni escapes, cualquier generador estalla.
Debate
Cegarse, rechazar la información que nos disgusta, justificar siempre al ídolo aun en tardes aciagas, converge hacia una conducta lesiva, lastimosa y antisocial. Negar hechos, dándoles interpretaciones erróneas y poco convincentes –armadas para los tontos-, es una práctica permanente en quienes no admiten opiniones en contrario y pretenden ensuciar con palabras lo que los hechos revelan de manera incontrovertible.
No me refiero sólo a los aduladores de Andrés Manuel, quienes incluso aceptan los acontecimientos evidentes en su afán de insistir en que es él la única alternativa para sacudir al sistema y repeler a los corruptos. Pero, entonces, ¿cómo justificar la cercanía de personajes como Manuel Bartett, Pablo Salazar Mendiguchía y Ricardo Monreal Ávila, manchados por la tinta tricolor priísta y sus actos de represión y peculado?
“Dime con quién andas y te diré quién eres”, reza el dicho popular que, por lo general, es acertado. De allí las dudas generadas por cuantos sirven de alfombra al dirigente único de MORENA, el partido que obedece la voz de un solo hombre y niega cualquier liderazgo que no sea el de éste. ¿Y si le pasa algo? No hablamos de un atentado sino del quebranto de su salud, sometido como está, Andrés Manuel –fíjense que jamás lo califico peyorativamente, con su mote característico-, a mediación y dietas especiales. Es hora de pensar en una alternativa. Y ésta ya la propuse a favor de una gran mujer: Beatriz Gutiérrez Müller, su esposa. Nadie mejor que ella para seguir los pasos; y sería además un coherente acto de solidaridad por parte del icono.
La Anécdota
La gesta de los árbitros del balompié ha sido vista como un ejemplo de unidad, al blindarse todos contra la creciente agresividad de los jugadores cuya violencia es más nefasta para los niños que cuanto quiera decirse de otros espectáculos con animales, blindados mejor que los seres humanos en no pocos casos.
La unidad tuvo su efecto y en tan solo una semana lograron el objetivo: sanciones por un año de suspensión a dos jugadores, uno del América y otro del Toluca, por cierto extranjeros. Y lo anterior lo digo sin xenofobia alguna pero sí para realzar que la pandemia de la intolerancia también nos llega por el aire. Vale la pena no olvidarlo.
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La intolerancia ha sido y será el primer peldaño hacia el autoritarismo. No es crítica sino conclusión al repasar la historia del mundo. Sin señalar a nadie, los lectores sabrán a quien me refiero en concreto. Y tal es un signo de cuánto podemos perder si nos deslumbramos a la hora de emitir nuestro sufragio.