Ciudad de México (N22/Alberto Aranda).- Con dos exposiciones fotográficas comienza un ciclo de colaboración entre La Esmeralda, Universidad del Claustro de Sor Juana y la Fundación Javier Marín. Este convenio permitirá un intercambio de actividades que van desde lo académico hasta la difusión de artistas seleccionados para exponer en las instituciones. La primera exhibición es Y cuantas veces sea necesario, comenzar lo innecesario, de Trini Ibarra.
“Uso fotografía a partir de lo que no se ve en las construcciones arquitectónicas, ductos, cables, estructuras, de lo que está oculto y a partir de eso tomo lo que está inscrito en la imagen. Dibujo un patrón y me interesa ese dibujo para repetirlo y a partir de la repetición y yuxtaposición formo composiciones más etéreas, más orgánicas de las estructuras arquitectónicas y de ahí creo mantras visuales que se asemejen a una geometría sagrada y que invocan a la arquitectura sagrada, como si fuera un espacio más espiritual”, comentó Trini Ibarra, artista plástica. Los patrones de ésta dejan claro que la fotografía es el punto de partida para crear una pieza más completa que tiene su razón de ser a partir del diálogo que entabla con las otras obras.
“El montaje se propuso así para pensar la estructura como bloques de construcción que caen, que vienen encima y que son opresivos, lo urbano está capa tras capa devorándonos, por decirlo así. Dialoga un poco porque es una arquitectura más simétrica, más espiritual y se refiere más a una arquitectura modernista, que rompe estructuras o parámetros.”
La siguiente exposición, Diálogo entre ciudades, es un recorrido visual por las calles de San Francisco, Fresno, Tegucigalpa, Puebla, Veracruz, La Habana, Nueva York y la Ciudad de México, entre otras ciudades.
“Diálogo entre ciudades surgió cuando estaba realizando un intercambio académico en la Escuela de Bellas Artes en Lion, Francia y se trata de que las ciudades de diferentes países y diferentes culturas dialoguen entre sí por medio de tipologías visuales del discurso fotográfico […] Siento que cada fotografía que tomo tiene una cierta alma, no las tomo nada más porque sí, sino por que vi algo interesante, por ejemplo la arquitectura de una iglesia o un edificio corroído o un monumento importante o un restaurante que para esa comunidad es algo, tiene una historia”, agregó el artista plástico, Raúl Bucio.