Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- El Muralismo es uno de los movimientos artísticos más relevantes del siglo XX en la historia del arte tanto nacional como internacional. Su importancia fue tal que atrajo a artistas de diversas partes del mundo a México. Tras la Segunda Guerra Mundial, el Nuevo Orden incluyó también la formación de un mercado del arte. En consecuencia, en México se creó el Frente Nacional de Artes Plásticas (FNAP) en 1952 ─se mantuvo activo hasta 1961─ cuya finalidad fue promover el arte mexicano desde distintas disciplinas plásticas. El Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo organiza la primera retrospectiva de éste.
Por un arte al servicio del pueblo. Frente Nacional de Artes Plásticas (1952-1961), pone de manifiesto el impacto y la obra de este grupo a través de 80 obras de pintura, de gráfica y de escultura, y 122 documentos entre fotografías, notas de prensa, catálogos e invitaciones.
El FNAP fue el último bastión del Muralismo en la posguerra, época en la que el Nuevo Orden Mundial buscó situar a la ciudad de Nueva York como la nueva capital del arte a nivel mundial. Se constituyó como “la plataforma de defensa, tanto nacional como internacional de lo que se ha llamado la escuela mexicana de pintura. Yo prefiero hablar del paradigma mexicanista que intentaba afirmar una expresión realista que registra el entorno mexicano, tanto el urbano como el de provincia, el campo o los tipos raciales. Todo el entorno mexicano con, claramente, una ideología de izquierda que imperaba en el campo cultural internacional en ese entonces”, apuntó Luis Rius, director del museo.
Durante el macartismo hubo una fuerte persecución de artistas de ideas comunistas que tuvieron fuertes vínculos con México y Europa. De manera particular Diego Rivera veía con preocupación aquello que terminó por ocurrir y que movió a México de protagonista a espectador. Aunque hubo una generación importante de artistas como los que integraron la generación de la Ruptura, su presencia no fue tan contundente.
“Cuando termina la Segunda Guerra Mundial hay una pugna internacional muy fuerte, apoyada desde luego por agencias extranjeras, por intereses de mercado, por política cultural de muchos países, etcétera. La idea es ser la capital internacional del arte por intereses muy específicos”, señaló Rius.
La retrospectiva, señala el director del museo, plantea la vigencia de la obra de los artistas que reúne por su calidad plástica y por darle al realismo posibilidades novedosas. Con Por un arte al servicio del pueblo. Frente Nacional de Artes Plásticas (1952-1961) se resalta no sólo la implicación en el movimiento de figuras clave como Diego Rivera, Frida Kahlo y David Alfaro Siqueiros, sino también de artistas como Arturo García Bustos, Fernando Castro Pacheco, Fanny Rayel, Olga Acosta, José Chávez Morado, Alfredo Salce, Rosendo Soto o Rina Lazo, entre otros.
“Hay que preguntarse por todos estos magníficos artistas que ahí estuvieron como Celia Calderón, como Andrea Gómez, el mismo Goitia que está aquí presente, que queda como esos inclasificables, pero que tuvo mucho que ver con una propuestas nacionalista sin retórica, con un imaginario expresionista muy poderoso de herencia romántica, todavía.”
Por un arte al servicio del pueblo. Frente Nacional de Artes Plásticas (1952-1961) se inaugura mañana a las 19:30. Permanecerá hasta el 2 de julio.