¿Estamos preparados?

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

El hombre, una especie que representa una amistad o una amenaza para ellos mismos o para la misma Tierra. Todo depende a quién se le cuestione, pero al final somos nosotros mismos la especie dominante y a su vez responsable de todo lo que hacemos para vivir en ella y no para sobrevivir.

¿Hasta dónde se le puede llamar evolucionar?, ¿cuáles son esos límites?, esas, son dos interrogantes que nadie podrá responder ya que la búsqueda de la evolución del ser humano, ha rebasado los límites de la ciencia ficción, ya que lo ha hecho en la genética, bajo la sombra de la búsqueda de un bienestar. Un concepto vacío y abstracto con carencia de responsabilidad o moral.

En su intento de evolucionar dentro de la tecnología lleva consigo una gran responsabilidad y un riesgo muy alto en la contaminación de nuestro planeta azul.

Cada vez el crecimiento de la humanidad fue orillando a buscar nuevos caminos para poder cubrir las necesidades de nuestra especie. Y la búsqueda de poder satisfacer la demanda de la energía eléctrica, lo llevó a la creación de plantas nucleares.

La primera planta de energía nuclear del mundo fue el 27 de junio de 1954, en la desaparecida Unión Soviética, que generaría una potencia de 5000 KW., una manera sencilla de explicar el cómo genera la electricidad es por medio sus generadores de movimiento de vapor; es decir, funciona como si fuera una especie de un boiler gigantesco donde el agua es el principal combustible al pasar por las cerámicas de plutonio se genera la fusión del agua hasta hacerla vapor haciendo girar unas turbinas para volver a enfriar el reactor para poder producir electricidad, es decir, es como si tuviéramos un olla de vapor.

Las plantas nucleares, es una cosa novedosa para la especie humana. Prácticamente existen 437 reactores nucleares operando alrededor de todo el mundo siendo la mayoría de ella para la producción de energía eléctrica según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA); simplemente en EU tienen 104 reactores nucleares y 75 plantas en zonas geográficamente conocidas como de las más antiguas está la de San Diego y la otra al norte de California, pero México no es la excepción ya que en julio de 1990 operó su primer central núcleo eléctrica, en Veracruz, conocido como Laguna Verde propiedad de la Comisión Federal de Electricidad siendo la única en el país con dos reactores con la capacidad de 682.5 megavatios cada uno proveyendo 2.3 por ciento  de luz a todo el país.

La capacidad de la humanidad para poder cubrir la demanda solicitada al día de hoy no tiene nada malo sino la falta de actualización de medidas necesarias para la construcción de éstos reactores. Las dos más antiguas de EE.UU., se pensaron con todas las medidas de seguridad pero en aquellos años, sin embargo,  nunca contemplaron que una nueva falla tectónica con dirección perpendicular a la falla de San Andrés, son nuevas anomalías de la naturaleza con la que no se contaba en aquellos años. Esto los convierte en obsoletos las medidas tomadas para el núcleo eléctrico construido en San Diego causando preocupación para los habitantes de aquellas zonas.

Todas las autoridades siempre dirán lo mismo de que no existe ningún riesgo como lo hicieron las autoridades de Japón en las que descartaban la posibilidad de cualquier daño a la población, pero de acuerdo a una lectura de radiaciones éstas ya llegaron en baja escala al sur de California.

Todo esto es preocupante porque no solamente va afectar en Japón sino a todo el hemisferio norte, esto quiere decir que también va llegar la radiación a América Norte, donde posiblemente se vean afectadas las costas mexicanas del Pacífico y del Caribe afectando la vida marina, contaminando también nuestras playas dejándonos con la incertidumbre de que tan seguras serán aquellos lugares turísticos para meternos a las playas sin ningún peligro o consecuencia a corto o largo plazo para nuestra salud.

Otras de las nuevas incógnitas que tendremos, es que tan seguro será los alimentos procesados provenientes del mar y sobre todo de las aguas mexicanas. Una pregunta importante cuya respuesta siempre será la misma, es decir, el silencio de las autoridades; es ¿quién pagará el daño?

Pero la última es para nuestro país al que nuestros funcionarios solo les importan enriquecerse a la costa del pueblo es: ¿México está preparado para la construcción de diez plantas nucleares, como las tiene prevista para el 2028? (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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