Bogotá, 4 abr (PL) Sobrevivientes de una de las peores tragedias humanitarias ocurridas en Colombia, habitantes de Mocoa despertaron nuevamente hoy entre el lodo y los escombros dejados por las avalanchas, donde buscan aún a familiares desaparecidos.
Y aunque el presidente Juan Manuel Santos descartó la posibilidad de otro devastador deslave, los pueblerinos miran con recelo los ríos circundantes cuyo desbordamiento dejó al menos 273 fallecidos y 262 heridos.
Según la Cruz Roja los lugareños intentan hallar a alrededor de 300 personas de las que no se tienen noticias desde el sábado pasado.
Las avalanchas de lodo y piedra arrastraron árboles, viviendas, puentes y todo cuanto encontraron a su paso.
Luego de una revisión realizada por la Fuerza Aérea en todos los ríos y quebradas cercanos a Mocoa fue posible concluir que no hay peligro de otro alud en este momento, insistió el gobernante.
Un total de 70 lesionados fueron trasladados a centros asistenciales fuera del municipio y 27 están en el hospital local, en tanto Medicina Legal entregó los cadáveres de 100 víctimas a sus familiares, precisó el mandatario en un mensaje a la ciudadanía.
Ahora -añadió- viene la fase de prevención a fin de evitar epidemias en los albergues donde están refugiados parte de los damnificados y en la ciudad, capital del sureño departamento de Putumayo.
La víspera, Santos designó al ministro de defensa, Luis Carlos Villegas, como gerente para la reconstrucción de Mocoa, un caluroso territorio de 50 mil habitantes ubicado en el pie de monte amazónico.
En mayo de 2015 un evento similar asoló al asentamiento antioqueño de Salgar; entonces las riadas causaron la muerte de más de un centenar de pobladores.