Washington, 8 abr (PL) Numerosos internautas califican hoy de gran contradicción que el presidente estadounidense, Donald Trump, lance un ataque contra Siria bajo el argumento de supuestamente defender a ese pueblo y al mismo tiempo rechace a sus refugiados.
El pasado jueves, al confirmar que 59 misiles Tomahawk fueron disparados desde dos destructores en el mar Mediterráneo Oriental contra el aeródromo Shayrat, en la provincia de Homs, el mandatario aseguró que se trataba de un acto de represalia.
Dos días antes se registró un presunto ataque con armas químicas en Idleb, donde murieron unas 80 personas, y aunque hay investigaciones en curso para determinar qué ocurrió en realidad, Trump se apresuró en responsabilizar al presidente sirio, Bashar al Assad.
En una alocución sobre la operación estadounidense, el ocupante de la Casa Blanca manifestó que su decisión se tomó «ante el fallecimiento de hombres, mujeres y niños indefensos».
Para muchos fue una muerte lenta y brutal. Incluso tiernos bebés fueron asesinados cruelmente con este ataque bárbaro, expresó el mandatario, quien agregó que «los misiles respondían a intereses vitales de la seguridad nacional de su país». La ironía de la situación no escapó de la mirada de usuarios de las redes sociales dentro y fuera de Estados Unidos, pues esas palabras salieron de un presidente que quiere prohibir por 90 días los viajes desde seis países mayoritariamente musulmanes, incluyendo Siria.
Además, el jefe de Estado busca suspender por cuatro meses la llegada de refugiados desde cualquier nación, y en un momento determinado se llegó a plantear que, en el caso de los sirios, ese veto fuera de manera indefinida.
Solo una semana después de su llegada al poder, el mandatario autorizó la puesta en marcha de una polémica orden migratoria que comprendía esas y otras directrices, la cual generó multitudinarias protestas y acciones de rechazo en casi todos los estados norteamericanos.
Un juez federal de Seattle bloqueó luego la aplicación de la directiva a nivel nacional, y aunque el Gobierno quiso revertir esa decisión, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito con sede en San Francisco, California, la mantuvo.
Inconforme con tal resultado, Trump volvió a la carga el 6 de marzo con un decreto que corregía algunos problemas del primero y mantenía elementos básicos, pero en este caso fue un juez de Hawái, quien nuevamente falló contra la normativa presidencial.
El congresista demócrata Seth Moulton, un veterano de la guerra en Iraq, atacó en un tuit al presidente «por no permitirles a las víctimas de ese país venir a Estados Unidos como refugiados».
La excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton, quien de inmediato apoyó la autorización dada por Trump a la acción militar, también se refirió al tema del veto migratorio.
Espero que reconozcan que no podemos hablar de proteger a los bebés sirios y después cerrar las puertas de Estados Unidos para ellos, expresó durante un evento en Texas.
Para el grupo de defensa de los veteranos VoteVets, «disparar los Tomahawk en la dirección de una base aérea siria trajo consigo nuevas responsabilidades en la región».
Las simpatías de teleprompter por los muertos y heridos están vacías cuando no se trae a estos niños inocentes y a sus padres, expresó el general retirado Paul D. Eaton.
Pero las críticas más fuertes contra el gobernante vinieron de redes sociales como Twitter y Facebook, en las cuales algunos usuarios llegaron a decir que lanzar misiles cuando se prohíbe la entrada de ese pueblo equivale «a encerrar a alguien en una casa y luego prenderle fuego».
«Bombardeó Siria anoche y mató a cuatro niños. Sigue sin permitir a los refugiados en este país. ¿Eso es conciencia moral para usted?», cuestionó un internauta en Twitter, en alusión a las informaciones sobre la muerte de civiles a causa del ataque estadounidense.
«Algún contexto sobre Trump y Siria: su prohibición mantendría a esos niños fuera de Estados Unidos, los dejarían en el camino de las bombas», «Si Trump le preocupara que los niños fueran heridos, les abriría las puertas y los dejaría entrar», escribieron otros.
Mientras tanto, el Comité de Campaña por el Cambio Progresista lanzó una petición en línea en la que solicita que el debate sobre la nación árabe en el Congreso comience con la aceptación de los refugiados.
Trump y la contradicción de los refugiados sirios
Por Martha Andrés