A TIRO DE PIEDRA: DESTITUIR CONSEJEROS Y MAGISTRADOS ELECTORALES

La democracia necesita una virtud: la confianza.

 Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia

Victoria Camps

Por Julian Santiesteban

Apenas concluya el periodo vacacional de Semana Santa, los tiempos políticos correrán aceleradamente con rumbo al proceso electoral de 2018 en todo el país, en que se renovarán la Presidencia de la República, la Cámara de Diputados y Senadores, pero además en Quintana Roo habrá elecciones en las once presidencias municipales. Será un proceso inédito y complicado; sin embargo, nunca como ahora los órganos comiciales estatales habían carecido tanto de la credibilidad y organización necesaria para la realización de los comicios, a grado de ponerlos en riesgo.

El proceso en el Instituto Nacional Electoral (INE) arranca en septiembre del presente año; por tanto, en Quintana Roo deberá ocurrir lo mismo, pues las once alcaldías se renovarán por primera vez de manera homologada con las elecciones federales, ello significa que son cinco meses los que restan para organizar las tareas a realizar, pero lejos de ello, el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) se encuentra convulso y desorganizado, pues apenas la semana anterior la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral del INE notificó a cuatro de sus siete consejeros,   que se ha iniciado un proceso de remoción en su contra, por una denuncia presentada por el partido Morena.

Además de ello, la Comisión de Justicia del Congreso local dictaminó como procedente la solicitud de juicio político contra el magistrado presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo), Víctor Vivas Vivas, así como sus homólogos, Vicente Aguilar Rojas y Nora Cerón González; luego de que un consejero electoral local, Sergio Avilés Demeneghi, interpusiera la querella por        que según su dicho, los magistrados se excedieron en sus funciones, al declarar a los consejeros del órgano comicial local como “ineptos” para aplicar la Ley Electoral.

Por si lo anterior no fuera suficiente, desde 2016, otra consejera, Claudia Carrillo Gasca, denunció a la presidenta del Ieqroo, Mayra San Román Carrillo Medina; a varios directores de esa instancia; al magistrado electoral Vivas Vivas; y al del Tribunal Superior de Justicia Carlos Lima Carvajal, por ejercer violencia política en su contra; ante lo cual la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó el 18 de enero de 2017 abrir los procedimientos sancionadores respectivos.

De proceder las denuncias y quejas señaladas, el Tribunal Electoral local se quedaría sin magistrados y los consejeros Mayra San Román Carrillo; Thalía Hernández Robledo, Juan Manuel Pérez Alpuche y Jorge Armando Poot Pech, serían retirados del cargo; quedando tan sólo tres integrantes del Consejo General; pero además serían destituidos el director de Organización; el de Partidos Políticos y Radiodifusión; y el jefe de la Unidad Técnica de Comunicación Social del Ieqroo. ¿Organizará entonces el INE el proceso local si el conflicto se posterga? Sería la primera vez en la historia que el órgano nacional atraiga un proceso local.

Ahora bien, de no proceder las quejas y denuncias ¿se imagina el lector el tipo de proceso electoral que organizarán los consejeros y el tipo de justicia que impartirán los magistrados? ¿Será acaso posible establecer algún tipo de coordinación, dado el nivel de enfrentamiento que hay entre los integrantes de ambas instancias locales? Evidentemente no.

Lo único que no debiera pasar es que no pase nada; pues además de que el INE organizará el proceso más competido en la historia moderna, con el padrón electoral más grande de todos los tiempos en México –unos 90 millones de mexicanos-, difícilmente atraerá las elecciones quintanarroenses, pero deberá ser garante de que los comicios en las alcaldías se realicen con estricto apego a la norma; lo cual evidentemente no ocurrirá con los actuales integrantes de sus órganos electorales locales; esperemos pues las destituciones en puerta; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

Como siempre, le dejo notas que fundamentan lo expresado.

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