Ciudad de México (N22/Alberto Aranda).- La importancia y la influencia que el artista franco-alemán Jean Arp (Estrasburgo, 1886-Basilea, 1966) tuvo en el arte europeo y mexicano, podrá verse en dos exposiciones que presenta el Museo de Arte Moderno: Arp y Analogías escultóricas Colección MAM. La primera reúne 60 piezas provenientes del acervo de la Fundación Arp, del Museo de Arte Moderno de Estrasburgo, del Centro Georges Pompidou y de la Galería Thessa Herold. Las esculturas, óleos, collages, papeles desgarrados y cuatro tapices, además de libros dan cuenta del movimiento al que perteneció y de creadores como Tristán Tzara, Hans Richter, Sophie Taeuber y el poeta chileno Vicente Huidobro.
Artista emblemático del dadaísmo, protagonista del surrealismo en los años veinte y de la abstracción, Jean Arp es comparado por muchos con Miró, sin embargo es poco conocido en México. Su influencia en nuestro país se ve en artistas como Manuel Felguérez, Germán Cueto, Luis Ortiz Monasterio, Mathias Goeritz, Sebastián y Ángela Gurría, de quienes también se presenta obra en Analogías Escultóricas. Colección MAM.
Sobre el artista, Serge Fauchereau, curador del museo, señala: “Él fue más un ejemplo de libertad, no es un hombre que dice ‘no, tú debes trabajar así, no, tú trabaja como quieras, pero preserva tu libertad’, es el ejemplo de él. El joven Arp es como el viejo Arp.”
Los 36 artistas representados mediante 45 piezas dan cuenta del modernismo de la escultura a lo largo de seis décadas. Para Sofía Neri, curadora de la exposición: “Todas tienen este impulso lúdico y experimental que las une mucho a los criterios que tiene que ver con la obra de Hans Arp, entonces tú puedes ver geometrismo, semi abstracción y una serie de experimentaciones espaciales en las que los artistas trabajan todo tipo de materiales, desde las piedras, vienen piedras de muchas regiones del país, canteras, puedes ver ónix, mármol, madera y las utilizaciones de materiales de índole más industrial […] A lo mejor para los jóvenes todas estas esculturas ya no son tan modernas como se pensaba que eran en los 40, 50 e incluso en los 60.”
Estos ejercicios son fruto de la herencia escultórica nacional, y protagonistas del proceso de valoración y establecimiento de la escultura moderna en nuestro país, cuyos antecedentes se remontan al Salón de la Plástica Mexicana y los Salones Anuales de Escultura en los años 50, o bien a las Bienales Nacionales de esta disciplina a lo largo de los 60, como se lee en la descripción que hace el museo del trabajo reunido. La muestra estará abierta hasta el 24 de septiembre de este año.