Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Los conocimientos producidos por investigadores e intelectuales, durante más de 185 años, conforman el Atlas Histórico de la Ciencia Mexicana del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), herramienta que reúne en un portal los datos bibliográficos de los principales avances científicos del país.
En entrevista, Francisco Collazo, coordinador del Atlas Histórico de la Ciencia Mexicana, señaló que “el interés nuestro es hacer la genealogía del texto científico en México, es decir, esa pregunta es la que nos ha llevado a reunir esta información, entonces, tratamos de encontrar dónde están los primeros textos científicos en México, es decir, cuáles son los documentos que traen esas marcas de la ciencia moderna.
Más de 31 mil registros bibliográficos que corresponden al periodo de 1795 y 1979, integran esta página de Internet, que se divide en cinco etapas: La producción de conocimientos en el Real Seminario de Minería, en la primera mitad del Siglo XIX; el surgimiento de las sociedades y revistas científicas en México; la creación de instituciones nacionales de ciencia; así como la práctica científica antes y después de las universidades.
“Partimos de un manual escrito en 1795, pero no es sólo el manual, sino que está asociado con otros componentes como fue la creación del Real Seminario de Minería en México, que tenía una riqueza en términos de una biblioteca, una colección de minerales, tenía alumnos, tenía programas de enseñanza, y se complementa con la llegada de Andrés Manuel del Río, después él publica los primeros trabajos en revistas españolas”.
Andrés Manuel del Río fue un científico hispano mexicano que en 1801 descubrió el elemento químico al que denominó Eritronio, hoy conocido como Vanadio, y del cual se le negó la patente. “El primer texto que consideramos científico es justamente este descubrimiento, que lo hace en forma de una carta, una carta científica que manda a las revistas”, señala Collazo.
Con 12 años de investigación y compilación bibliográfica, este Atlas de la Ciencia incluye estudios sobre las epidemias que azotaron al territorio nacional e internacional; documenta hallazgos científicos como el de la píldora anticonceptiva desarrollada por el mexicano Luis Ernesto Miramontes; algunos de ello publicados en más de dos mil revistas.
“Tenemos colecciones completas, por ejemplo, tenemos la colección de la naturaleza, completa, la revista, La Gaceta Médica de México, que son las revistas como simbólicas de la ciencia moderna en México. Tenemos las memorias Antonio Alzate, el minero mexicano, y las revistas más representativas de geografía, de astronomía […] Se complementa lo que sería una versión de la historia de la ciencia en México, desde el punto de vista sociológico, historiográfico”.