París, 14 may (PL) Emmanuel Macron cumplió hoy una amplia agenda en su primer día como presidente de Francia, tras convertirse esta mañana en el jefe de Estado más joven de la historia nacional.
El político de 39 años fue investido en ceremonia oficial en el Palacio del Elíseo, ocasión en que ratificó su voluntad de trabajar por un mejor futuro para Francia y Europa.
«Tenemos que construir el mundo que nuestra juventud merece. Nada será concedido a la facilidad ni al compromiso. Nada me hará renunciar a defender los intereses superiores de Francia», afirmó en un discurso muy solemne pronunciado en una ceremonia de estricto protocolo.
El jefe de Estado añadió que «el mundo espera que seamos fuertes, sólidos, y clarividentes. Tomaremos todas nuestras responsabilidades para aportar una respuesta a las grandes crisis contemporáneas».
Poco antes de la investidura, Macron fue recibido en el Elíseo por el mandatario saliente, François Hollande, con quien se reunió durante una hora para dialogar sobre los asuntos estratégicos y prioritarios de la función presidencial.
Las actividades de la toma de posición incluyeron además un homenaje a los combatientes caídos por el país, acto realizado ante la tumba del soldado desconocido ubicada en el Arco de Triunfo de la avenida de los Campos Elíseos.
Tras la ceremonia oficial, Macron salió al encuentro de la multitud que se hallaba a ambos lados de la avenida y pasó varios minutos saludando a las personas.
De forma similar ocurrió durante la visita a la Alcaldía de París, donde el presidente fue recibido por la alcaldesa Anne Hidalgo y por numerosos ciudadanos que se congregaron para verlo en su primer día de mandato.
En el discurso en el hotel de Ville -como se le conoce a la sede del gobierno de la capital-, el nuevo mandatario resaltó los valores de una ciudad que es «el corazón histórico de nuestro país».
«París es el corazón histórico de nuestro país, sus muros, sus calles y geografía llevan la marca de nuestra historia», enfatizó.
Durante la jornada, Macron también se trasladó al hospital de Percy para visitar a tres militares heridos mientras cumplían misiones en el exterior en países como Mali y Afganistán.