La sociedad mexicana –igual que la sociedad internacional- atraviesa por un cambio significativo en su manera de entender y llevar a cabo la dinámica social, especialmente al momento de elegir a sus representantes.
La tecnología juega un papel fundamental en esta nueva actividad, de manera singular en los medios de comunicación y las redes sociales, que nos permiten informarnos en tiempo real de lo que ocurre en nuestro entorno próximo, así como en lugares remotos para después delinear nuestro criterio, muchas veces influenciado por el de otros o viceversa.
La elección reciente de líderes mundiales como el Presidente de los Estados Unidos, es una muestra de lo que puede lograr el ánimo social influido por los cambios en la sociedad mundial y transmitidos a través de los diversos medios de comunicación, a pesar de la polémica a su alrededor, en su momento su elección respondió a la necesidad de experimentar un gobierno diferente.
Dicha elección nos dejó la lección de que las nuevas generaciones están ávidas de un cambio con rumbo, de nuevas experiencias que permitan una comparación para consolidar el gobierno que todos anhelamos.
La sociedad mexicana no es la excepción a la hora de anhelar gobiernos humanos, justos que erradiquen verdaderamente la corrupción. Los ciudadanos han dejado de ser simples espectadores para convertirse en actores del cambio. Han pasado de ser simples sujetos “informados” a ser generadores de información.
Un claro ejemplo de este deseo por instaurar un nuevo gobierno, es lo que se aproxima en la contienda del Estado de México. Un estado que durante décadas ha apostado a la continuidad recibiendo a cambio violencia, pobreza, marginación y poco desarrollo para sus habitantes. Un estado que ha dado todo a un grupo en el poder, recibiendo a cambio solo migajas que los tiene como una de las entidades más inseguras del país.
De acuerdo con el INEGI es el estado con mayor percepción de inseguridad entre sus ciudadanos, especialmente por violencia de género –feminicidios-.
En los próximos días seremos testigos de la decisión de los ciudadanos en uno de los estados más importantes de México. Veremos si elegirán la continuidad de lo que no ha funcionado o decidirán por un gobierno que luche contra la corrupción y trabaje más por los mexiquenses.
Los mexiquenses, los nayaritas, los coahuilenses y todos los mexicanos merecemos gobiernos humanos, responsables y transparentes que luchen decididamente por la sociedad que los eligió.
Es tiempo de un cambio verdadero, es tiempo de México.