En las últimas semanas, la agenda política ha irrumpido en el Forex trading de forma abrupta e imprevisible y ha dejado unos cuantos ‘cadáveres’ por el camino. Basta con recordar la reacción de la libra al resultado del plebiscito sobre el Brexit, el del dólar estadounidense a la victoria de Donald Trump frente a Hillary Clinton, o al del euro tras conocerse que las encuestas daban posibilidades a dos candidatos anti europeístas.
El euro también sufrió con las elecciones holandesas que finalmente no ganó la ultraderecha anti europeísta, y el dólar con el ataque estadounidense a una base militar siria desde donde supuestamente se había originado un bombardeo con gas sarín a los insurgentes.
Política o geopolítica, lo cierto es que los inversores del Forex trading han sufrido unos cuantos sustos en los últimos meses, muchos de los cuales eran poco previsibles (Siria, Brexit, Trump…) pero también han sufrido disgustos por no ver que ciertas divisas se encontraban en situación delicada cuando surgieron los problemas y las sorpresas.
Los analistas de la casa francesa Amundi recuerdan que el real brasileño sufrió una fuerte devaluación hace unos días cuando un periódico local publicó que el presidente carioca podría estar implicado en un caso de corrupción. El Gobierno negó la implicación del presidente en la trama, pero el daño ya estaba hecho.
El Forex trading había reaccionado a un nuevo panorama político totalmente opaco en el que se habla de un ‘impeachment’ para Temer y a la posibilidad de que las reformas propuestas por el presidente carioca se quedaran en standby.
El real brasileño es extremadamente sensible a la subida del riesgo político, tal y como se vio durante el mandato de Dilma Roussef y su posterior ‘impeachment’, cuando perdió un 9,7% de su valor en un solo día.
Por eso era previsible una reacción a la baja en la bolsa y en el Forex trading ante la publicación de la noticia de que el Tribunal Supremo autorizase abrir una investigación judicial al actual presidente, tras conocerse que un empresario le sitúa en el centro de una supuesta trama de sobornos. Y la cosa no mejoró cuando el presidente aseguró que no renunciará al cargo a pesar de ser el blanco de una investigación judicial.
Y es que, como recuerdan en Amundi, el real brasileño era una de las divisas más sobre valoradas según los modelos de análisis entre las divisas de la región. Por ello, era previsible que se produjera un desplome como el que se vivió entonces. Aunque el real brasileño perdió ese día un 7,76%, llegó a cotizar durante la sesión en los 3,4 dólares, un desplome aún mayor, del 8,44%.
Según recogen algunos medios de comunicación locales, se trató de la segunda mayor caída de la divisa carioca desde el 15 de enero de 1999 cuando bajó un 11,1% tras ser anunciadas alteraciones en el régimen cambiario y de ese 9,7% que provocó Roussef.
Además, las previsiones de los analistas franceses es que el real brasileño se convierta en las próximas semanas en una divisa extremadamente volátil y no apta para los menos expertos en el Forex trading.