Por Martha Andrés Román
Washington, 10 jun (PL) Gobernadores, alcaldes, presidentes de universidades, líderes empresariales y figuras del mundo del espectáculo retaron al presidente Donald Trump tras su decisión de sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París y expresaron su determinación de honrar ese pacto climático.
El 1 de junio, tras meses de suspenso sobre cuál sería su palabra final en relación con el tema, el mandatario dio a conocer en la Casa Blanca que abandonará el mecanismo convenido por 195 naciones en 2015, considerado la iniciativa más importante a nivel internacional para combatir el cambio climático.
Al dar ese paso, Trump argumentó que el acuerdo resulta desventajoso para su nación porque provocará la pérdida de empleos y afectará la economía, además de asegurar que él fue elegido para representar a los habitantes de Pittsburgh, una ciudad del llamado cinturón industrial estadounidense, y no a los de París.
Más allá de las fuertes críticas internacionales que provocó la decisión del gobernante y su reiterado discurso de «Estados Unidos primero», la mayor oposición a la medida llegó del interior de su propio país.
El alcalde de Pittsburgh, el demócrata Bill Peduto, fue de los primeros en reaccionar al discurso de Trump, y sostuvo que seguirá las directrices del pacto «por nuestra gente, por nuestra economía y por nuestro futuro».
Pocos días después, nueve gobernadores, 125 líderes de ciudades, 902 hombres de negocios e inversores y 183 colegios y universidades de todo el país se unieron en la coalición «Todavía estamos dentro», un esfuerzo para coordinar el creciente contragolpe contra la determinación presidencial.
Los estados incluidos en la iniciativa son California, Connecticut, Carolina del Norte, Oregón, Nueva York, Rhode Island, Virginia, Washington y Hawái, mientras que entre las urbes se encuentran Los Ángeles, Nueva York, Washington DC, Baltimore, Chicago, Filadelfia, Orlando, Nueva Orleans, San Francisco y Berkeley.
El grupo, que representa a unos 120 millones de personas, publicó una carta abierta en la que indicó que el anuncio de Trump socava un pilar clave en la lucha contra el cambio climático y daña la capacidad del mundo para evitar los efectos más peligrosos y costosos de ese fenómeno.
Agregaron que, en ausencia del liderazgo del gobierno federal, ellos, representantes de un porcentaje importante de la economía estadounidense, perseguirán ambiciosos objetivos climáticos, trabajando juntos para tomar medidas enérgicas y asegurar que Estados Unidos sea líder global en la reducción de emisiones.
Juntos, continuaremos activamente comprometidos con la comunidad internacional como parte del esfuerzo para mantener el calentamiento global muy por debajo de los dos grados Celsius y para acelerar la transición a una economía de energía limpia que beneficiará nuestra seguridad, prosperidad y salud.
Al mismo tiempo, una encuesta realizada por el diario The Washington Post y la cadena ABC News arrojó que el 59 por ciento de los estadounidenses se opone a la salida del mecanismo adoptado en la capital francesa, mientras solo un 28 por ciento apoya esa medida y un 13 por ciento está indeciso.
Las críticas a la decisión también abundaron en las redes sociales: «¿Alguna posibilidad de que Trump y su gente piensen que París escribió este acuerdo y nos lo está imponiendo? Ellos saben que en París solo se concretó, ¿verdad?», escribió un internauta.