En el marco de la reunión anual de la Sociedad Astronómica Americana, se confirmó que la Vía Láctea “se encuentra en el borde mismo de un enorme vacío de más de mil millones de años luz de extensión y en cuyo interior no hay nada”.
Sobre el tema, en 2013, la astrónoma Amy Berger y el entonces estudiante Ryan Keenan, de la Universidad de Wisconsin-Madison, habían informado que nuestra galaxia residía justo en los límites de un gigantesco vacío. Un nuevo estudio realizado por la misma universidad confirma esta idea y reconcilia el aparente desacuerdo entre los dos modos de medir la constante de Hubble, que se utiliza para describir la velocidad a la que el universo se expande.
El autor de la investigación, Ben Hoscheit, señaló que vivir en “un vacío” ha ayudado a resolver esa discrepancia. Esto debido a que “un vacío así, con más materia tirando gravitatoriamente, puede afectar a las medidas de la constante de Hubble que se obtengan con una técnica que utiliza supernovas, relativamente cercanas. “Por el contrario esa misma gravedad no tendrá efecto alguno sobre la medición si ésta se ha llevado a cabo usando la técnica que usa el Fondo Cósmico de Microondas (CMB), la radicación residual del Big Ban, que permea todo el universo por igual.
Fuente: N22