Por Damián Estrada
Londres, 18 jun (PL)Las recientes elecciones generales en Reino Unido dejaron muy mal parado al Partido Conservador liderado por la primera ministra Theresa May, quien a pesar de ganar los comicios perdió la mayoría absoluta para gobernar en solitario.
Pese a los desesperados intentos de la Jefa de Gobierno británica de aparentar calma y seguridad en tiempos convulsos, lo cierto es que 317 escaños obtenidos por los conservadores a nivel parlamentario el pasado 8 de junio saben a amarga derrota, pese a conservar su puesto en el poder. En concreto, los «tories» (como popularmente se conoce a dicha formación política) perdieron 12 asientos que a May le podrían valer la destitución, ya que su propio partido aboga por su renuncia tras el fiasco que representa dicho déficit.
De hecho, un sondeo realizado por el sitio ConservativeHome reveló que el 59,5 por ciento de los miembros del Partido Conservador opinan que la primera ministra debería dimitir y dar paso a nuevas figuras que fortalezcan la imagen de la institución que actualmente representa.
Según las estadísticas, dicha encuesta recibió mil 503 respuestas por parte de afiliados «tories», de las cuales 894 están a favor de la renuncia de May, mientras que unas 58 personas prefirieron no opinar sobre el asunto.
El acérrimo rival de la mandataria -el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn- pidió también la renuncia inmediata de la premier tras conocerse en público los resultados de las votaciones, ya que consideró semejantes resultados podrían sumir a Reino Unido en el caos a la hora de encarar la salida del país de la Unión Europea (UE), el llamado Brexit.
Precisamente fue Corbyn el principal beneficiado de las elecciones anticipadas, ya que obtuvo 262 escaños, un alza de 30 puestos que en el calendario de los laboristas serán catalogados como un ascenso histórico.
«Las personas que votaron al laborismo lo hicieron por la esperanza, jóvenes y ancianos se unieron. May perdió escaños, votos, apoyo y confianza, creo que eso es suficiente para que se vaya», concluyó el abanderado laborista.
Pero no solo las facciones políticas abogan por la renuncia de la gobernante, sino que un sondeo realizado por la consultora YouGov tras el plebiscito asegura que la conservadora mantiene únicamente el apoyo del 38 por ciento del electorado, mientras un 48 por ciento cree que debe abandonar su puesto.
Además de todo el revuelo causado por la inesperada pérdida de los 326 puestos necesarios para la mayoría absoluta, el jefe de su gabinete, Nick Timothy, anunció su abdicación dos días después del sufragio.
Quizá uno de los pocos elementos positivos a resaltar del 8 de junio es el hecho de que significó la mayor cantidad de mujeres diputadas al parlamento en la historia de la nación, con un total de 207 féminas electas.
Los especialistas confieren vital importancia a los sucesivos ataques terroristas que desde marzo se registraron en Reino Unido (donde murieron unas 40 personas) al fracaso de los laboristas, así como la aparente incompetencia para lidiar con las intimidaciones y advertencias de la UE sobre el acuerdo final del Brexit, entre otras. ¿Podrán Theresa May y sus aliados salir airosos de este revés? Probablemente ni ellos tengan total certeza.(Tomado de Semanario Orbe)