Kiev, 25 jul (PL) Como un cubo de agua fría sobre el Gobierno ucraniano cayó hoy las exigencias del presidente Donald Trump, para investigar los indicios de la injerencia de este país en la campaña electoral estadounidense.
Mientras la embajadora estadounidense Mari Yovanovich indicaba que la ayuda bélica a Kiev busca conservar su integridad territorial y la protección de sus ciudades, en Washington Trump recurría a un twitter para criticar a Kiev.
En esta ocasión el multimillonario norteamericano recordó que la administración del presidente ucraniano, Piotro Poroshenko, de forma silenciosa intentó influir en las elecciones presidenciales de finales de 2016.
Trump se preguntó dónde estaba aquí la pesquisa para determinar si Kiev participó activamente en acciones para sabotear de alguna forma su victoria en los comicios.
De su lado, el politólogo Jainson Smart, citado aquí por la televisión, considera que la embajada ucraniana en Washington en todo momento intentó interferir en el proceso electoral y manipular los medios de prensa y el Congreso norteamericano.
Smart advirtió que el Senado estadounidense mostró preocupación por las acciones de Kiev y solicitó al jefe interino del Buró Federal de Investigaciones (FBI) ocuparse de la pesquisa por ese caso.
El politólogo estimó que las autoridades ucranianas deberían, primero, realizar una limpieza de su embajada en el país norteño y destituir al canciller Pavel Klimkin.
Para Smart, en segundo lugar las autoridades ucranianas necesitan iniciar su propia investigación, de forma voluntaria, antes de hacerlo el FBI o el Congreso estadounidense.
Hasta el momento, Estados Unidos acusaba a Rusia de interferir en sus asuntos internos y en los comicios presidenciales, mediante el empleo de hackers y con el uso de sus diplomáticos.
Bajo ese argumento, el Senado estadounidense aprobó un nuevo paquete de sanciones que incluye el castigo a empresas del país norteño y foráneas involucradas en proyectos de inversión en la esfera energética rusa.