Washington, 25 jul (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, cargó hoy de nuevo contra el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, a quien acusó de abandonar la investigación sobre la excandidata demócrata Hillary Clinton por filtrar información sensible a los medios.
El fiscal general Jeff Sessions ha tomado una posición muy débil respecto a los crímenes de Hillary Clinton. ¿Dónde están los correos electrónicos y el servidor del Comité nacional del Partido Demócrata y las pérdidas de información de inteligencia?, escribió el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Medios como el diario USA Today sugirieron que el jefe de la Casa se encuentra furioso y al parecer busca remover a Sessions de su cargo.
Una serie de legisladores y analistas políticos aseguran que Trump quiere en el puesto a un nuevo fiscal general, tal vez con el objetivo de deshacerse de la investigación del asesor especial Robert Mueller sobre la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Totalmente transparente: @POTUS (el presidente de Estados Unidos) quiere obligar a Sessions a renunciar para nombrar a alguien que frene la pesquisa de Mueller, twitteó el representante por California, Adam Schiff, el principal demócrata en el Comité de Inteligencia de la cámara baja.
Agregó que en caso de darse ese escenario y el fiscal general es despedido, su sustituto enfrentaría una dura lucha de confirmación en la cámara alta, por lo cual Schiff argumentó que el supuesto plan de Trump «sólo funcionará si el Senado lo permite».
Cuando Hugh Hewitt, anfitrión de un programa radial preguntó al nuevo director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, si pensaba que Trump quería que Sessions renunciara, Scaramucci respondió: «Probablemente tienes razón».
En las últimas semanas, Trump ha vertido innumerables críticas contra Sessions, quien hasta el momento se ha negado a dimitir.
Hace una semana, en una entrevista con The New York Times, Trump afirmó que nunca habría nombrado a Sessions para el cargo si hubiera sabido que se recusaría de la investigación sobre la presunta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de noviembre.
En lo que el periódico calificó como una ruptura pública del jefe de la Casa Blanca con uno de sus primeros partidarios políticos, el gobernante agregó que el fiscal general debía haberle dicho de antemano su posición sobre ese tema, y él habría escogido a alguien más para el puesto.
Sessions se separó de la investigación en marzo pasado, cuando The Washington Post informó que durante la campaña presidencial el entonces senador por Alabama se reunió dos veces con el embajador ruso aquí, Serguei Kislyak.
De acuerdo con Trump, la postura de Sessions llevó al nombramiento de un asesor especial que nunca debió ocurrir.
El domingo, Schiff afirmó que el jefe de la Casa Blanca se encuentra muy preocupado con la investigación del asesor especial Mueller, la cual pudiera llegar hasta las finanzas de la familia Trump, más allá de la búsqueda de posibles vínculos entre los miembros del equipo de campaña del republicano y el gobierno ruso.
La frustración del jefe de Estado estaría centrada en por qué las acusaciones de que su campaña coludió con Rusia llevarían a escudriñar muchos años de sus negocios, en momentos que Trump mantiene la negativa a hacer públicas sus declaraciones de impuestos, como han hecho sus antecesores.