Washington, 4 ago (PL) Ante el creciente consumo de opiáceos en Estados Unidos, su Agencia encargada del enfrentamiento contra las drogas sugirió hoy reducir 20 por ciento la elaboración de esos productos en 2018.
La propuesta se refiere especialmente a la oxicodona, la codeína o la metilmorfina, y el fentanilo, que son los fármacos más comunes dentro de dicha clasificación.
Médicos, farmacéuticos y pacientes deben reconocer los riesgos inherentes a estas poderosas medicinas, especialmente en el uso a largo plazo, expresó en un comunicado Chuck Rosenberg, director interino de la entidad federal.
Cada vez más estados están exigiendo el uso de programas de supervisión de fármacos recetados, lo que ha llevado a un descenso en las órdenes de opiáceos, agregó.
Según reportes de prensa, muchas personas se vuelven adictas tras el uso de ese tipo de medicamentos, y acaban recurriendo a la heroína en el mercado ilegal.
Cifras recopiladas por el diario The New York Times se refieren a más de 59 mil muertes el pasado año debido a sobredosis de opiáceos, un ascenso de 19 por ciento con respecto a las 52 mil de 2015.
Por otra parte, datos recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades señalan que las víctimas fatales relacionadas con este problema se han cuadruplicado desde 1999.
Estados como Florida, Arizona, Maryland, Alaska, Massachusetts y Virginia se han declarado en emergencia para enfrentar la crisis de salud pública.
A finales de marzo pasado, el presidente, Donald Trump, anunció la creación de un grupo de trabajo para enfrentar la creciente adición a la heroína y los opiáceos en Estados Unidos.
Resulta una epidemia total, es algo de lo cual casi no se habla comparado con la crudeza que estamos presenciando, consideró el gobernante en una reunión en la Casa Blanca.
Los cárteles de la droga han expandido su industria mortal por toda nuestra nación y la oferta de narcóticos, algunos más baratos que caramelos, ha devastado a las comunidades norteamericanas, agregó.