Ahora que están próximos a terminar las vacaciones de verano para iniciar clases, se ha visto últimamente muchos anuncios sobre la venta de las mochilas. Sin lugar a duda existe una gran variedad de éstas en donde cada año existen distintas bolsas de moda y mochilas escolares siendo éste una de las elecciones de mayor importancia para todos los estudiantes.
Pero no solo llevan sus libros sino también sus cosas personales y algo que ni la SEP, al igual que las instituciones educativas no han reparado con respecto a la cantidad de libros y cuadernos deben llevar.
Solo por mencionar en las escuelas primarias llevan un cargamento aproximado en sus espaldas de libros y cuadernos con un peso que oscila entre los 15 y 20 kilos y lo lamentable del asunto, es que la mayoría de las veces sólo los llevan de paseo a las aulas, porque no todos son usados durante sus clases.
Esa carga puede ocasionar en el futuro graves lesiones de columnas a los menores que precisamente no van a la escuela locos de contenido con su cargamento como dice la canción “El jirabito”, de Puerto Rico, Rafael Hernández.
Los niños que son el presente y futuro de México, dan un paso para adelante y otro para atrás para no caer junto con el cargamento.
A los padres de familia parece no preocuparles el sufrimiento de sus hijos que a diario tiene algunos caminando por varios kilómetros, otros viajando en microbús con múltiples incomodidades.
El cargamento de libros y cuadernos hay que llevarlos porque es una disposición de la Secretaria de Educación Pública.
Esa disposición afecta a los miles de padres de familia, porque además de hacer elevadas las erogaciones en la compra de cuadernos y libros de texto otorgados por la SEP, hay que acumularle como penitencia el gasto de uniforme, mochilas con ruedas como si fuera a ir de viaje y no a la escuela y la lista de erogaciones que todos sabemos.
Hay maestros y maestras que han comentado al terminar el ciclo escolar los niños ni siquiera tuvieron la oportunidad de leer la mitad de los libros.
Muchos padres de familia, directivos y catedráticos no parecen tener interés en abordar el tema e incluso los papás aceptan la recomendación en el sentido de que los estudiantes utilicen mochilas con ruedas para arrastrar el cargamento de libros. Tendremos en el futuro una juventud de jorobados por el enorme cargamento de libros.
Los dizques sociedades de padres de familias de cada escuela reciben asesorías, pero son para recordarles lo importante que es la educación a nivel preescolar, primaria y secundaria. Pero en cuanto al peso y daño que puede causar las mochilas tan pesadas las autoridades minimizan el problema desviando el tema relacionándolo sobre las lesiones a los niños atribuyéndolos a cuestiones deportivas o accidentes.
Por otro lado, existe la justificación de atacar ordenamientos de la Secretaria de Educación Pública de llevar todos los libros y cuadernos, aunque por otro lado han tratado de dialogar con los maestros de las primarias para planear que los alumnos sólo lleven los libros de las materias que señalan las agendas de los estudiantes, pero algunos docentes se indignan considerando que es como restarles importancia a las materias que imparten.
En los comercios dedicados a la venta de mochilas comentan que muchos padres de familia dejan la mitad de salario de quincena para adquirir una teniendo entre las más económicas de 450 pesos en adelante cuando se trata de mochilas con ruedas.
Aparte de ese gasto hay que agregar lo correspondiente al pago del transporte público que traslada a los alumnos de una colonia a otra.
En resumidas cuentas, la educación parece volverse cada día un lujo porque los padres de familia que tienen una estupenda posición económica podrán soportar el costo de la educación, pero el obrero, la gente del campo o los que se encuentran en extrema pobreza se las ve muy difícil impidiendo en ocasiones poder llevarlos a la escuela y hay otros que con sacrificios logran llevar a sus hijos para que en el futuro sean profesionistas.
El precio de la educación no solamente es cara, aunque muchos hemos escuchado decir que en nuestro país es gratis, pero también los menores están pagando al cargar mochilas tan pesadas siendo unos cuantos que pueden adquirir una con ruedas, mientras el resto se asemejan al “Pípila”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org