Por Guillermo Robles Ramírez
Los estadounidenses durante años han tenido el concepto que México ha sido el productor principal de drogas, metanfetaminas e inclusive la heroína, sin embargo, nunca querían reconocer que ellos eran los principales consumidores.
Al menos de manera oficial nunca se le reconoció que los estadounidenses eran el mercado principal, hasta que el Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, ahora en la administración de Donald Trump reconoció públicamente que el consumo de droga es enteramente causado por la misma demanda de drogas en Estados Unidos.
Pero no fue que hasta en la década de los ´90 esto cambió ya que el tráfico tuvo un cambio cuando los fabricantes colombianos de cocaína se cansaron de perder producto y personal en las incautaciones de drogas y entregaron el tráfico de cocaína a los Estados Unidos, al crimen organizado en México.
Estos nuevos traficantes mexicanos de droga usaron los canales de contrabando y distribución existentes haciéndose cada vez más fuertes, pero con la diferencia de que ahora su puerta de entrada era el sur de California o Texas junto con otras drogas y hasta siendo trasportado por vía aérea hasta la frontera. Sin embargo, el consumidor principal siguió siendo el mismo, es decir, los gringos.
Pero en medio en esta epidemia de la oscuridad de la droga, el surgimiento de drogas mortales sintéticas y la creciente legalización de la marihuana en algunas localidades de los Estados Unidos y la curiosidad de los jóvenes, así como la cultura sobre la misma con la juventud fueron cambiando no solo en los Estados Unidos sino también en nuestro país.
El consumo de drogas entre los adolescentes mexicanos se ha duplicado en los últimos años según informes de la Comisión Nacional contra las Adiciones, en donde la juventud ha probado narcóticos ilegales hasta un 6.2 por ciento de lo último registrado que era 2.9 como base.
Entre la población femenina se incrementó increíblemente hasta en un 205 por ciento. Al igual entre la población de 12 a 65 años de edad el consumo aumentó de 7.8 en su última estadística en el 2011 a un 10.3 por ciento más al año pasado.
Lo que ha sido el crimen organizado cambió su método de “marketing”, por llamarlo de alguna manera así, ya que los traficantes de droga empezaron a ofrecer de hace unos años recientes dosis gratuitas a los estudiantes y a los organizadores e invitados de fiestas juveniles, siendo las mujeres el principal objetivo, pagando por estos servicios de distribuir estos productos ilegales en especie en lugar de dinero.
Hoy en día para muchos jóvenes, el consumo de alcohol, drogas, u otras sustancias como los cigarros es sólo parte del crecimiento, es decir, es considerado como algo normal y que tiene que suceder como parte natural de la vida, o sea, vida, desarrollo y muerte.
Aunque muchos de ellos prueban estas sustancias sólo unas cuantas veces y se detiene, lamentablemente la mayoría de ellos no puede resistirse y continúan consumiéndolas de manera regular hasta convertirse en un vicio.
Hoy en día los jóvenes pueden probar de diferente manera algún tipo de droga con gran facilidad como es el alcohol, productos químicos para el hogar, medicamentos recetados y de venta libre, drogas ilegales y cigarrillos, siendo el alcohol y la mariguana como la droga ilegal más consumida por su facilidad de acceso y precio.
No se le puede exigir o responsabilizar todo a las autoridades sobre este incremento del consumo de drogas en la juventud en nuestro país, ya que también requieren una mayor parte de ayuda por parte de los padres de familia dentro del hogar como papel clave en la enseñanza de sus hijos sobre el consumo de alcohol y drogas, en donde se les pueda hablar abiertamente y honestamente sobre el tema y sus efectos de las mismas en su salud, el trabajo escolar y en un futuro. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org